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1.May.2016 / 04:16 pm / Haga un comentario

Foto: Prensa Presidencial

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Este 1º de mayo, cuando se conmemora el Día Internacional de los Trabajadores, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, se reunió con la clase obrera en el Palacio Presidencial de Miraflores.

Tras emprender una marcha desde de la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (Cantv), en la avenida Libertador, el pueblo trabajador llegó a la sede de Gobierno, donde a las 2:25 de la tarde recibieron con manifestaciones de amor y cariño al Mandatario nacional, quien está en compañía de la primera combatiente, Cilia Flores, y del vicepresidente Ejecutivo, Aristóbulo Istúriz.

Allí, al inicio del evento con el Presidente, Eliana Rosa Leal, trabajadora General Motors, leyó el documento de Declaración de los Trabajadores y Trabajadoras de Venezuela, en el que se manifiesta el respaldo rotundo a la patria y a la Revolución Bolivariana ante la coyuntura económica que atraviesa el país, como consecuencia de una guerra no convencional orquestada por sectores imperiales, y la baja en los precios del petróleo.

«Ante la agresión imperialista y el golpe fascista en marcha: rebelión obrera», manifestó antes de hacer la lectura

A continuación el documento íntegro:

El capitalismo, a escala planetaria, atraviesa por una de las más larga y profunda crisis que ha estremecido al mundo entero e incide en la vida de hombres y mujeres.

Esta insaciable bestia ha abandono el valor del trabajo sustituyéndolo por la maximización de la ganancia especulativa que ha llegado a términos de locura. Tal demencia financiera ha dejado una mortal secuela de hambre y pobreza en millones de trabajadores y trabajadoras sin empleo, sin seguridad social para los jubilados y pensionados.

Estados Unidos y la Unión Europea con la Otan, como su brazo armado, condenan a pueblos entero a la más miserables condiciones para garantizar los intereses del capital a costa del hambre de millones de seres humanos.

A Grecia, Francia, España, Italia, por nombrar sólo a algunos países, los han sometido a la más brutal receta del Fondo Monetario Internacional; y para el Banco Central Europeo, en nombre de los rescates financieros y la mal llamada austeridad, vale más un banco quebrado que la vida humana y natural. Con impunidad, se socializan las pérdidas y se privatizan las ganancias.

En las mismas condiciones, Estados Unidos se ve azotado por una crisis inicialmente financiera y hoy estructural, que desde el 2008 ha llevado al límite a un pueblo alienado por la más formidable maquinaria mediática que se conozca.

Por otro lado, en esa rapaz política de expoliación han desbastado naciones completas como Irak, Libia, Afganistán, Ucrania y Siria, sólo con el objetivo de apropiarse de los recursos naturales y financieros.

América Latina no ha escapado de esta espiral de la crisis, que no dudamos en catalogar como una crisis estructural que atenta contra la consolidación de los procesos revolucionarios y progresistas adelantados por los pueblos en esta década y media del siglo XXI.

En Bolivia, Argentina, Brasil, Ecuador, El Salvador y Venezuela nos han conducido a extremo límite en la sostenida agresión imperialista con la detestable colaboración de una oligarquía lacaya, que ha cambiado su patria por migajas que caen de la mesa de su amo imperial y, cual amaestrado mascota de su política de dominación, guarda fidelidad y silencio cómplice ante la agresión y el decreto injerencista y guerrerista de Obama.

Venezuela que ha sido asediada durante 18 años. Le ha tocado enfrentar la más duras pruebas; y desde la partida física de nuestro Comandante Supremo Hugo Chávez Frías, el imperio ha intensificado su presión contra nuestra patria, llevándonos a una situación de guerra económica y psicológica, queriendo poner a nuestro pueblo al borde de la desesperación y, así, producir un estallido social que justifique la intervención directa a la Nación de Bolívar y Chávez, y como efecto dominó, acabar con cualquier vestigio de soberanía, emancipación y unidad nuestra americana.

El desplome inducido de los precios petrolero, la incesante conspiración económica de las transnacionales y sus aliados criollos, el peligroso juego de la derecha, que atrincherada en la Asamblea Nacional transitoria, busca desconocer los poderes constitucionales, para facilitarle la invocación de la Carta Democrática Interamericana del ministerio de colonia, OEA, pretendiendo declara a la Venezuela bolivariana como estado forajido, lo cual coloca a las fuerzas revolucionarias en tensión para, junto a nuestro comandante presidente obrero, Nicolás Maduro, derrotar a la canalla, que desde hace 18 años intenta acabar con la Revolución Bolivariana.

De allí, de frenar el golpe de Estado fascista en marcha, impone una permanente movilización y una radical rebelión de la clase obrera en sus acciones.

Para la clase trabajadora venezolana este 1º de mayo se ha convertido en un gigantesco desafío en defensa de la patria, en defensa del legado de nuestro comandante Chávez y para la construcción del socialismo, como única alternativa para la preservación de la Revolución Bolivariana y la existencia misma de la humanidad.

Ahora bien, iniciamos el mayo rebelde de la clase obrera recogiendo el reto lanzado por el Presidente obrero, de colocarnos a la cabeza en la formidable contraofensiva revolucionaria que consiste en:

Incrementar la producción para sustituir el modelo rentista petrolero que ha perdurado los últimos 100 años.
Consolidar la organización de las Milicias Obreras, como garantía de la defensa de nuestra soberanía.
Adelantar la revolución productiva en la economía para derrotar de una vez por todas la contrarrevolución fascistoide.
Convertir esta crisis provocada y la lucha de la producción en la oportunidad de demoler el Estado burgués y sobre sus escombros construir la patria socialista, libre y soberana.
Finalmente, Presidente Maduro, queremos ratificarle que esta clase obrera ni se rinde, ni se cansa, ni se detiene, ni caerá en provocaciones; mantenemos nuestra firma convicción de continuar junto a usted, defendiendo esta Revolución y el legado de nuestro Comandante Supremo Hugo Chávez Frías.

¡Es la hora de la clase obrera!

¡Es la hora de la Revolución!

¡Es la hora de la contraofensiva revolucionaria!

AVN

 

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