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17.Oct.2017 / 09:22 am / Haga un comentario

Stella Lugo

“Venció ampliamente la Revolución Bolivariana en elecciones de gobernadoras y gobernadores. ¡Gloria al bravo pueblo!” “Con estos resultados, el pueblo venezolano desnuda la manipulación mediática. Es también lo que le espera a los oportunistas y traidores.” Estas sentencias del líder de la Revolución Ciudadana y expresidente de Ecuador Rafael Correa, resumen de forma magistral la nueva página que escribió nuestro pueblo el pasado domingo 15 de octubre en las elecciones regionales.

Asomándose  la noche del pasado domingo, comenzábamos a recibir los primeros reportes de lo que efectivamente se convirtió en la victoria más importante del chavismo luego del revés que sufriéramos el pasado 2015 en las elecciones parlamentarias. Incluso más importante que la lograda hace apenas dos meses y medio para elegir la Asamblea Nacional Constituyente, porque derrotamos a la oposición que sí participó en esta oportunidad.  El chavismo recuperó su caudal de votos y en la encuesta superior, es decir, en elecciones, demostramos que somos mayoría.

Muchos representantes de la extrema derecha internacional, sumados a las grandes corporaciones mediáticas, todavía no dan crédito a la victoria revolucionaria. La periodista de CNN Patricia Janiot se preguntó, fiel a su post verdad, ¿Cómo se explica que en la Venezuela del desastre económico, político, DDHH, escasez, corrupción, inseguridad y descontento «arrase» el oficialismo?

Esa misma interrogante se la hacen todos los días con pueblos como el cubano, vietnamita, chino hasta ruso. Es difícil para ellos entender que para un pueblo como el venezolano, heredero de la gloria de nuestras libertadoras y libertadores, que fue rescatado de las catacumbas del olvido por Hugo Chávez, no está dispuesto a doblegarse. Para nosotras y nosotros vale más “un minuto de pie que una vida de rodillas”, como diría José Martí.

El pueblo venezolano votó el pasado domingo contra la agresión imperial, contra el bloqueo y la guerra económica, contra el entreguismo lamebotas de la dirigencia opositora. El pueblo venezolano está en rebelión contra el injerencismo grosero en nuestros asuntos por parte de la cofradía de presidentes serviles al peor y más peligroso presidente que ha tenido Estados Unidos. El pasado domingo el pueblo venezolano derrotó a Donald Trump. Esta es la lectura correcta. Desde hace muchos años, la oposición venezolana dejó de ser nuestro contrincante político para convertirse en meros títeres de los poderes fácticos imperiales. Títeres por cierto con los hilos volteados porque jamás logran hacer lo que el titiritero les indica.

El pueblo venezolano votó el pasado domingo a favor de la paz, del diálogo, de la convivencia, de la concordia, de la prosperidad. Ver esa legión de mujeres y hombres votando aun padeciendo las adversidades conocidas, pero consciente de su responsabilidad histórica, nos llena de grandes compromisos. El principal, seguir trabajando para alcanzar su estatura, su dimensión espacial.

El discurso de nuestras candidatas y candidatos estuvo despojado de promesas electorales, de visiones quiméricas y fantasiosas. Las mujeres y hombres que fueron tras la confianza el pueblo en cada uno de sus estados, tal y como lo vimos aquí en Falcón con Víctor Clark, solo ofrecieron su sacrificio y capacidad de trabajo. Se fueron por las calles y pueblos para estar codo a codo con su pueblo como lo acuñara nuestro nuevo Gobernador en su discurso de celebración de la victoria en la heroica Cruz Verde de Coro.

Para una victoria de tal magnitud se deben conjugar un conjunto de factores. Pero el más importante de todos es la capacidad de liderazgo y la visión de estadista de nuestro Presidente Nicolás Maduro. Nicolás, abrió un nuevo ciclo de la Revolución Bolivariana cuando convocó a una Asamblea Nacional Constituyente el pasado primero de mayo. Él lo denominó un nuevo “desencadenante histórico”, sin duda lo logró. Pocos líderes y estadistas, puedo decir que solo Chávez y Nicolás, han tenido la capacidad de capitalizar sendas victorias electorales en menos de cien días.

El pasado domingo 15, también se evidenció la fortaleza de nuestro Partido Socialista Unido de Venezuela, de la atinada dirección de Diosdado Cabello. Hoy, más que nunca, el PSUV es una maquinaria perfecta, no solo para ganar elecciones, sino para organizar y orientar al pueblo casa por casa. También la vocación unitaria del chavismo es una realidad política descomunal. La alianza patriótica, los partidos, frentes sociales y poder popular organizado, representan una plataforma política formidable que da sustento orgánico a la Revolución Bolivariana hoy.

En Falcón se logró el objetivo pese a conspiraciones, sabotajes y dificultades inmensas. Para lograr la victoria revolucionaria se trabajó con ahínco en cada espacio, en cada rincón en cada sector. La dirigencia y militancia chavista asumió el reto de preservar al estado Falcón como vanguardia de la revolución. Cada uno, cada una aportó lo mejor de sí y eso es la madurez política del chavismo falconiano.

Víctor tuvo la cualidad de lograr aglutinar todas las voluntades posibles para alcanzar la victoria. Logró dar el salto generacional y entusiasmó al pueblo con su propuesta fresca llena de nuevos bríos. Sin lugar a duda fue un acierto clave para ganar, haberlo seleccionado como candidato a la Gobernación.

Capítulo especial para el logro de la victoria revolucionaria en Falcón lo merece el equipo de organización encabezado por el Diputado Jesús Montilla. En esta oportunidad, la única forma de vencer la guerra mediática y psicológica era cumplir a cabalidad con el plan de organización diseñado por el PSUV. Jesús se dedicó día y noche, recorrió varias veces todo el estado parroquia por parroquia. Chequeó obsesivamente la maquinaria una y otra vez. La auditó y corrigió cuando fue necesario y el resultado salta a la vista.

Hoy puedo decir que le hemos cumplido al Comandante Chávez. En las próximas horas estaré entregando la banda de Gobernador a Víctor Clark. Distante y al mismo tiempo cercano está aquel momento en Barquisimeto, cuando Nicolás Maduro y William Lara, le escribieron en una servilleta a Jesús Montilla que debía aceptar la nominación a la Gobernación del estado Falcón. Ese fue nuestro propio desencadenante histórico.

Gracias Falcón, gracias a este pueblo heredero de Josefa Camejo, José Leonardo Chirino y Alí Primera. Doy gracias a Dios por su infinita bondad, de cerrar este primer ciclo de la Revolución en nuestro estado, entregando la Gobernación Bolivariana de Falcón a tu hijo Víctor Clark. Dios te bendiga Víctor y te llene de sabiduría. Tienes la capacidad, la formación y el compromiso revolucionario para trascender y hacer de tu gestión un haz de luz para iluminar los caminos de nuestro pueblo falconiano.

¡Qué Viva CHÁVEZ!

¡Qué Viva FALCÓN!

¡Qué Viva La REVOLUCIÓN!

 

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