Noticias

4.Abr.2023 / 09:49 am / Haga un comentario

Foto: Referencial

Por Geraldina Colotti

Ricardo Molina, miembro de la dirección nacional del Psuv, y diputado, ocupó varios cargos en la revolución bolivariana, entre ellos el de Ministro de Vivienda y Habitat, y el de Transporte y Obras Públicas. Hoy es presidente de la Fundación Escuela Venezolana de Planificación. Lo encontramos en Caracas, en la sede del Psuv, en San Bernardino.

¿Qué balance hace de la actividad parlamentaria?

Venimos de un proceso de reinstitucionalización del poder legislativo, socavado por la acción de la derecha, que utilizó la mayoría obtenida con el voto popular de 2016 para vender el Estado al imperialismo. En 2020, la revolución recuperó el control de la Asamblea Nacional y desde entonces hemos hecho un gran trabajo. En el período legislativo 2021-2022, aprobamos 40 leyes, revitalizando el parlamento de calle. Por instrucciones del Presidente Maduro, estamos profundizando la legislación laboral, para contar con leyes específicas en todos los sectores, concluyendo el proceso iniciado por el Comandante Chávez con la promulgación de la Ley Orgánica del Trabajo. Por ejemplo, en lo que respecta a las personas con discapacidad, hemos establecido el marco en el que se debe aplicar la ley que prevé la contratación de al menos el 5% de estos trabajadores y trabajadoras en todas las empresas. Ocurre que la empresa les paga para que se queden en casa. Ahora es obligatorio crear las condiciones para hacer efectivo el aporte de estos trabajadores y garantizar la equidad prevista en la ley. También se ha aprobado la ley para proteger a las personas con autismo. Ahora hay un debate muy importante sobre el tema del poder popular, todo lo que tiene que ver con las comunas. De hecho, se trata de actualizar las leyes vigentes que datan de 2006, en base a la experiencia de estos años ya los problemas que han surgido. Estamos recopilando las propuestas de comuneros y comuneras, por ejemplo, en su relaciones con los bancos, la compra de materias primas para la producción local, o el proceso de elección de los voceros de los concejos municipales, y la articulación con los municipios, las gobiernaciones, los ministerios… Se trata de utilizar la experiencia directa de las comunidades para definir el marco legal de la ciudad municipal. Un trabajo arduo.

¿Por qué?

Porque muchos compañeros que trabajan en las instituciones tienen una visión paternalista, mientras que tenemos que conseguir que el pueblo nos diga en qué y cómo podemos ser útiles dentro de las instituciones, para ser facilitadores del desarrollo integral de la comunidad. Este cambio cultural es el más difícil de lograr, pero estamos en una revolución y la ley puede anticipar el cambio práctico. Esta ley del poder popular representa una gran oportunidad. En las comunas hay un desarrollo social y político muy avanzado, pero a nivel económico hay retrasos, no por falta de voluntad o capacidad, sino por falta de atención de las instituciones, que suelen preferir comprar a empresas anónimas y no a las empresas de producción social. Los argumentos son varios: que no se producen las cantidades suficientes, o que la calidad es baja. Por lo tanto, es necesario crear asociaciones de productores, o proporcionar las herramientas para mejorar la calidad! Y esto debe hacerlo el Estado, porque la economía comunal no puede competir con el mercado capitalista, pero produce nuevas relaciones sociales alternativas que deben reemplazarlo. Sin embargo, sucede que una empresa textil comunal compra la materia prima a un gran industrial, quien a cambio obtiene un producto de excelencia a bajo costo. En este caso, no construimos nada, en realidad le hicimos un favor al capitalista.

¿Cómo están reaccionando los opositores en el Parlamento? Para algunas leyes, como la del autismo y contra la corrupción, hubo el apoyo activo de algunos diputados de Acción Democrática. ¿Es este también el caso de las comunas y el poder popular?

A veces, en el debate se crean situaciones graciosas, porque algunos de estos diputados expresan opiniones consonantes con las nuestras, y señalamos que la orientación y la posición ideológica que los inspira, indican una perspectiva diferente, y entonces agitamos la targueta del Psuv, porque no se dan cuenta de que están defendiendo los valores del socialismo, no de la derecha. Por supuesto, a veces intentan agarrar colita en el tema, apoderarse de nuestro trabajo parlamentario, pero el pueblo sabe muy bien que estas leyes no pueden venir de la derecha.

¿Y cómo se transmite al pueblo un asunto tan complejo como la legislación?

Todas las leyes nacen y se promueven a partir de las asambleas populares. El presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez, es muy exigente al respecto. Para ello, el presidente Maduro creó la Brigada 256, inspirada en el número de parlamentarios que integran el Bloque de la Patria, el bloque de la revolución: 256 de un total de 277. A partir del jueves, todos los fines de semana tenemos que volver a las comunidades y convocar asambleas populares para promover las leyes aprobadas o discutir las que aún no lo han sido. Eso da buenos resultados, porque, además de nosotros, involucra a los legisladores de los 24 estados -300 personas-, a los consejales y consejalas -otras 1.500 personas-. En total, por tanto, unos 2.000 legisladores, sin contar los parlamentarios comunales. Te voy a contar un episodio. Se trata de la ley de ciclismo, un tema que no es secundario, porque mucha gente viaja en bicicleta, sobre todo en el interior del país, pero sin las medidas de seguridad adecuadas, porque faltan ciclovías y conciencia cívica. Uno de los compañeros que promovió la ley tuvo experiencia directa de ello.

¿Que le sucedió?

Fue atropellado por un autobús de línea privada. Al verlo en el suelo, el conductor se asustó mucho, pero cuando llegaron los policías, al ver que estaba de pie, quisieron arreglar el asunto así. Y dice el: «¡Pero si me atropellaron!» Y, para ser escuchado, tuvo que sacar su tarjeta parlamentaria. El policía entonces, señalando al conductor, dice: «¿Quiere que lo llevemos preso?». El compañero dijo que no, pero a cambio pidió que todos los jefes de línea de transporte y el personal participen en una asamblea popular, en la que explicó la ley y las normas que promueven el respeto al ciclista. Todavía queda mucho por hacer, pero las cosas están avanzando.

Eres un ecologista. ¿Cómo va el desarrollo del ecosocialismo, según el compromiso reafirmado por el presidente Maduro en la última Cop27?

La conciencia ambiental crece en las estructuras de poder popular, a partir de la defensa del territorio. Un ejemplo, que siempre se utiliza instrumentalmente para atacarnos, es el del Arco Minero. El esfuerzo de nuestro gobierno se concentra en la planificación y manejo menos invasivo en la extracción de recursosl que necesitamos para proyectos sociales, en medio de esta brutal guerra económica. Avanzamos en la rehabilitación ambiental y en el desarrollo de una organización diferente del trabajo y del territorio, a partir del compromiso de los comuneros y comuneras sobre una concepción diferente de la explotación minera. Ya hemos reducido significativamente el uso de mercurio, estamos desarrollando más la Misión Árbol: un estudiante, un árbol, y los estudiantes son 8.200.000. Sin embargo, se debe considerar que el Arco Minero es un área muy extensa, difícil de controlar y potencialmente explotable por menos del 10%. El resto es presa de bandas criminales, en guerra permanente con nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana, que todos los días confisca armas y maquinarias. Además, estamos realizando proyectos de reciclaje, en línea con los proyectos de ley de defensa de los derechos de la Madre Tierra, para hacer más armónica nuestra relación con la naturaleza. Construir el ecosocialismo requiere tiempo.

Antes, la derecha decía que la sociedad venezolana estaba demasiado polarizada, ahora dice que es sobre todo indiferente a la política, y eso se refleja en el aumento del abstencionismo. ¿Es eso así?

Yo creo que, por el contrario, nuestro pueblo está muy politizado. A diferencia de otros países latinoamericanos o de Estados Unidos, conoce los nombres de sus líderes y los de otros países también, y los define adecuadamente. La guerra económica ha tenido un efecto en la participación, pero no votar es también una expresión política. Además, siempre ha existido la polarización, como expresión de la lucha de clases y, efectivamente, en revolución debemos tener claro cuáles son los «polos» para no ir a la derecha creyendo que vamos a la izquierda. Debemos ser radicales, en el sentido de ir a la raíz para entender lo que está pasando, y ser radicales en todas nuestras acciones, distinguir las opciones tácticas de las estratégicas. Si, por ejemplo, tenemos que pedir la participación del sector privado y su capital, es fundamental mantener la mayoría de las acciones en manos del Estado, de lo contrario el capitalista te hace trabajar para él y tu rumbo cambia. ¿Hay dos polos? Sí, porque esto es la lucha de clases. Está el polo de los explotadores de todos los tiempos, y está el polo de los explotados, que en esta revolución se han organizado para liberarse de la explotación. Debemos tener claro que un capitalista por muy complaciente que se muestre con los trabajadores, permitiéndoles formarse o afiliarse a un sindicato, siempre tendrá interés en explotarlos, porque así funciona el capitalismo. Por lo tanto, tengamos cuidado con aquellos que quieren deshacer la «polarización», haciéndonos creer que viviremos mejor. El capitalismo no te permitirá avanzar, solo explotará tus debilidades cuando necesites dar un paso atrás, e intentará recuperar el terreno perdido, sacandolo bajo tus pies. Estos tiempos de crisis y de guerra multifacética nos han obligado a buscar soluciones creativas, pero esa creatividad debe quedarse a la izquierda y no ir hacia la receta del Fondo Monetario Internacional.

¿Y cómo? 

El espacio conquistado debe ser defendido a toda costa, los ideales y objetivos deben mantenerse, para no corromperlos ni desviarlos. Necesitamos reflexionar sobre cómo mantener la polarización: ¿vamos hacia la construcción del socialismo o volvemos al capitalismo? Es un debate permanente, algunos tienen tendencia a desviarse, y eso nos debe preocupar. He tenido la ocasión de escuchar en algunas asambleas alguien que promovía emprendedores, de los que han obtenido mucho de nuestro gobierno, del cual ha recibido facilitaciones, y cuyo desarrollo económico, de carácter individual, corre paralelo al de la economía municipal. Esa persona le dijo a una unidad productiva familiar: chico, olvídate, ven con nosotros en una empresa anónima, que es más sencillo. Del mismo modo, debido principalmente a la guerra económica y a la necesidad de encontrar soluciones a la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores, se ha incrementado la tendencia a generar una dualidad en el ámbito laboral: yo trabajo para el estado, pero también tengo una actividad económica. Ahora bien, si esto va en la dirección de la economía social, en una visión cooperativa y socialista, está bien, pero si por el contrario va en la dirección de la explotación, estamos usando al Estado para ir hacia el polo equivocado. Y así, el médico que trabaja para el estado por la mañana, y para el sector privado por la tarde, en el sector público tratará mal a los pacientes y no desdeñará robar la jeringuilla, por la tarde tratará al «cliente» que le paga bien, con guantes de cabritilla. Ocurre en el sector salud, pero también en otros sectores. Si vamos a construir el socialismo, todo esto debe cambiar.

Pero aquí es donde entra en juego la cuestión del salario, ¿cómo lo estáis abordando? La derecha está especulando mucho al respecto

Ya a mediados del año pasado, el imperialismo volvió a atacar nuestra moneda, pulverizando los salarios y tratando de fomentar las protestas. Sin embargo, el presidente Maduro ha incrementado una serie de políticas económicas para aumentar el salario social y debemos seguir por ese camino. Es otra vía de el uso de la máquina para imprimir billetes y fomentar una economía irreal e inorgánica, que lleva a las consecuencias que vemos en EE.UU. y Europa. Por otro lado, teniendo todo lo que necesitamos, el salario en el socialismo no debería existir. Tenemos que construir una nueva visión que tiene que ver con la imposición de nuevos símbolos, que contrastan con la inducción al consumismo, que te lleva a creer que necesitas vestir a la última porque lo lleva un “influencer”. Y aquí, el ejemplo de los líderes cuenta, para difundir otro mensaje.

¿Cómo se prepara el partido este año preelectoral?

Por instrucción del presidente y del alto mando político, es necesario ante todo fortalecer la estructura de nuestro partido, cuya organización no tiene igual en otras experiencias. Llegamos a todas las calles del país. A través del Congreso de la nueva épocaa y gracias a las estructuras territoriales, estamos organizando 40 sectores: agricultores, pescadores, profesionales, deportistas… Hoy tenemos una fuerza que no teníamos hace diez años, y nos estamos preparando para dar batalla electoral. El presidente insiste en el concepto de cogobierno entre el partido y la institución. Los alcaldes y gobernadores tuvieron que trabajar poco a poco con la estructura partidaria y con el pueblo organizado en las comunas en el tema de la planificación del gobierno, en la ejecución del plan de gobierno y control. El partido tiene un papel mucho más activo que hace un par de años. Desarrolla una capacidad de mayor control de las políticas públicas y territoriales. Es capaz, por ejemplo, de acompañar la actividad de un director de transporte de una alcaldía que antes hacía su política por su cuenta y el partido sólo existía en presencia de un conflicto. Ahora, sin embargo, el vínculo entre el partido y las comunas, los concejos comunales, es mucho más fuerte y conduce a la búsqueda de soluciones comunes y de manera más directa. El uno por diez del buen gobierno está funcionando muy bien para resolver los problemas de las comunidades y conduce a una transformación en la forma de gobernar.

Tras el último fracaso del proceso de diálogo con la oposición extremista, ¿cómo ve las relaciones con Estados Unidos? Mientras tanto, existe gran preocupación por la salud del diplomático Alex Saab, secuestrado en EE.UU.

Es una situación muy compleja. Hemos ganado muchas batallas, pero ellos no cambian de actitud. En las conversaciones en México se había avanzado y esperábamos que se cumplieran algunas promesas, sabiendo muy bien que no sería la oposición la que decidiría, sino quien moviera los hilos. En cambio, no se respetaron los acuerdos, por lo que el presidente Maduro consideró inútil continuar. No se puede hablar bajo el chantaje de las sanciones. En cuanto a las elecciones, expreso una posición personal, no lo hago en nombre del partido, cuyas decisiones respetaré sean las que sean: en condiciones de guerra, no deberían haber elecciones. Los EE.UU. piden elecciones libres, transparencia, igualdad de condiciones, etc. Bien: entonces que nos permitan vender nuestro petróleo, hacer transacciones financieras con todos los bancos del mundo, tener relaciones con los países y empresas que queramos. Son condiciones de igualdad, si no están ¿cómo vamos a ir a elecciones con una pistola apuntándonos a la cabeza? Esta es en todo caso una gran oportunidad para hacer valer nuestra soberanía e independencia, para «salir del minimalismo», como dice nuestro presidente, de la lógica de hacer lo mínimo, para avanzar en cambio hacia esa Venezuela potencia, esbozada en el Plan de la patria. El bloqueo nos está obligando a ser mejores, desenmascarando la hipocresía del capitalismo que pretende dialogar solo para darse una apariencia de democracia. No creo que eliminen las «sanciones». No dejaremos de luchar por la libertad de Alex Saab, cuyo secuestro es una desgracia para la justicia internacional, pero conocemos las características de nuestro enemigo, sabemos que Estados Unidos se siente por encima de la ley, y es implacable con sus presos. No esperamos que cambien, salvo una revolución internacional.

Resumen Latinoamericano

 

Hacer un comentario.




Los comentarios expresados en esta página sólo representan la opinión de las personas que los emiten. Este sitio no se hace responsable por los mismos y se reserva el derecho de publicación. Aquellos comentarios que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto y/o que atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, este sitio se reservará el derecho de su publicación. Recuerde ser breve y conciso en sus planteamientos. Si quiere expresar alguna queja, denuncia, solicitud de ayuda u otro tema de índole general por favor envíe un correo a contacto@psuv.org.ve