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Desesperados porque no les cierran ninguna de las tramoyas inventadas contra el gobierno legítimo de Nicolás Maduro, los emisarios de Donald Trump tratan de «convencer» al chavismo sobre los pasos a seguir. De allí que el representante especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams, quiere que ocupen nuevamente sus sitios en la Asamblea Nacional y pacten un proceso de transición política con la oposición venezolana.
Abrams, también conocido como «el genocida de Mozote» (por la masacre llevada a cabo en El Salvador en tiempos del terrorismo de Estado) es el mismo personaje que en un principio sostuvo que todas las opciones, incluyendo la fuerza militar, estaban sobre la mesa, y ahora, viendo que Venezuela «se respeta», modera su discurso y estima “prematuro” activar el artículo 187, numeral 11, de la Constitución.Este apartado le da facultad a la Asamblea Nacional de autorizar misiones militares extranjeras en suelo venezolano.
“El chavismo tiene que tomar una decisión (…) El paso más importante que pueden tomar para revertir la crisis política en Venezuela es regresar a la Asamblea Nacional y tomar sus curules”, señaló el paje de Trump.
Precisó que todas las fracciones y partidos democráticos necesitan desarrollar un marco para la transición que desemboque en elecciones. “La Asamblea Nacional, como el único cuerpo electo previsto en la Constitución, es quien puede manejar mejor este proceso”, afirmó.
Abrams siguió dando «consejos» y sostuvo que la salida debe ser propuesta por los venezolanos. “Los venezolanos deben ser capaces de unirse y tomar las decisiones que enfrenta su país a través de elecciones libres y justas que reflejen la voluntad de la mayoría, no de una minoría corrupta que detenta el poder”.
Su declaración se produce luego de que el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, señalara, en un audio privado al que tuvo acceso The Washington Post, divisiones dentro de la oposición venezolana: “Nuestro problema, que es mantener a la oposición unida, ha resultado ser tremendamente difícil. En el momento en que Maduro se vaya, todos levantarán sus manos y dirán apoyame, soy el próximo presidente de Venezuela”.
El chavismo abandonó la Asamblea Nacional en 2016 tras considerar al Poder Legislativo en desacato.