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“Tenemos una gran responsabilidad con nuestros pueblos y naciones, esta corriente que llegó a Sudamérica y Latinoamérica llegó para quedarse, nuestra integración económica, política y social no es fácil pero el camino de unidad, soberanía y respeto es el correcto, no podemos dedicarnos a lo económico abandonando el bienestar social y humano de la región”.
Esta aseveración la realizó el presidente del Parlamento del Mercosur, diputado Saúl Ortega durante el discurso de instalación de la XXXIII Sesión Ordinaria y Sesión Especial de este Ente legislativo sudamericano que se efectúa en la ciudad de Montevideo, Uruguay este lunes 17 de agosto.
Indicó que en el pasado quedaron las instituciones neoliberales y afirmó que se está construyendo una arquitectura política nueva donde resalta la Celac, la Alba, Petrocaribe y el Mercosur, siendo este a su criterio la base sólida y el cemento donde se apoyan todos los procesos de unidad en la región. “Es el Mercosur fundamental en la geopolítica sudamericana, debemos apoyarla para que este proceso sea exitoso, este parlamento es fundamental para alcanzar las metas en representación de nuestros pueblos que nos trazamos”.
Ortega resaltó lo importante de recordar que este proceso de integración nace ante una situación en el mundo de crisis económica, comentó que abría que pasearse por la crisis que vive Europa, caso Grecia, “hemos visto el modelo europeo de integración como un ejemplo, pero vemos el trato que ha sufrido este país por los países europeos (…), no podemos seguir ese ejemplo donde los hegemónicos le imponen a las naciones y pueblos chicos, modelos que violentan los derechos básicos de sus pueblos”, agregó.
La máxima autoridad del Parlasur denunció que los procesos de integración tienen enemigos internos y externos en la región, “tenemos enemigos que afirman que la integración fracasó y nos invitan a firmar tratados de libre comercio (…) Aquí hablamos de comercio justo de complementariedad, solidaridad, se han creado fondos de ayuda entre nuestras naciones, no vamos a imponer ningún modelo neoliberal”.
Expuso la fortaleza de ser una pluralidad muy variada en América Latina y como la voz es única y coherente para exigir respeto a nuestra soberanía, “la cumbre de las Américas en Panamá es un ejemplo, unidos defendimos los intereses de nuestros países, todos en unidad (…) es este el camino porque unidos somos fuertes y obtenemos el respeto que nos merecemos, como bloque de países soberanos y hermanos”.
Prensa AN