Opinión / Noticias
Por Jorge Delgado
La Batallas más feroces las libramos en nosotros mismos, la de los Pueblos, se libran en sus sueños, sus miedos y sus esperanzas, en su IMAGINARIO, aún cuando a ello le acompañe la dura carga del látigo y la necesidad material de lo cotidiano.
Una Nación, como lo dijo Ernest Renan: «es un principio espiritual». Aquello que nos afilia voluntaria y colectivamente a un pasado común, del que nos sentimos orgullosos, en el que nos identificamos en el presente, por más duro o sublime que este sea, pero más aún, nos proyecta en un imaginario colectivo, en el deseo de avanzar juntos hacia un futuro común.
En este Plano, se libran las mayores de la batallas. Las definitivas por dejar de ser quienes nos pensaron y comenzar a ser Nosotros, realmente un Pueblo, una Nación, con aroma a hierbas y café, con trabajo de pesca y siembra,
con juegos y sonrisas, con sudores propios y amores verdaderos.
Si perdemos las batallas en lo Cultural, perderemos la Guerra, aún habiendo ganado las demás y muchas otras.
Si nos hacemos de los símbolos, ideas, métodos y valores de los enemigos contra quienes luchamos, finalmente, ellos perdurarán en nosotros y por ende, en las futuras generaciones.
Los símbolos y el verbo son armas poderosas que activan el imaginario. LA IGNORANCIA REFUERZA A LA COSTUMBRE Y VICEVERSA. Ambas son impedimento para los saltos y avances de cualquier revolución.
NOS CORRESPONDE ENTONCES:
*Despejar la Niebla de la Guerra. Reconocer al enemigo, conocer unas propias fuerzas y tener precision del terreno ( el real y el virtual)
* Preservar y consolidar el espiritu de Unidad Nacional
* Encontrar nuestras propias Claves y Datos Culturales (Ser Originales, dijera Simon Rodriguez)
* Criticos en la idea y Colectivos en la tarea
* Caminar juntos con Lealtad Activa, por los senderos de Bolivar y Chavez!
Son nuestras premisas!