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Hacia el III Congreso del PSUV

“Hay razones para que seamos optimistas, irrenunciablemente optimistas (…) porque más allá de las bombas, las guerras, las agresiones, la guerra preventiva, las destrucción de pueblos enteros, uno puede apreciar que se está levantando una nueva era (…) se levantan corrientes alternativas, pensamientos alternativos, movimientos alternativos, juventudes con pensamientos distintos; se demostró ya, en apenas una década, que era totalmente falsa la tesis del fin de la historia, de la instauración del modelo capitalista-neoliberal, que lo que genera es miseria y pobreza. Es totalmente falsa esa tesis, se vino abajo, ahora hay que definir el futuro del mundo. Hay un amanecer en el planeta y se ve en todas partes, por América Latina, Asia, África, Europa y Oceanía”.

Estas palabras fueron pronunciadas por el Comandante Supremo Hugo Chávez, durante su intervención en el 61 Período Ordinario de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), de acuerdo a su perspectiva y visión del mundo en el siglo XXI.

El documento del proyecto de Resolución Internacional del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), se basa en esta reflexión.

Allí se establece que el contexto mundial en el cual se realizará el III Congreso del partido de la tolda roja, los días 26, 27 y 29 de julio se enmarca en una compleja situación internacional, como una expresión de la crisis estructural del capitalismo.

Plantea que el imperio norteamericano está haciendo esfuerzos por consolidar su sistema hegemónico de dominación. “No podemos permitir que eso ocurra, no podemos permitir que se consolide la dictadura mundial”, destaca el documento.

En este sentido, señala que la “naturaleza irracional” del modo de producción capitalista, su consumismo y la utilización de la ciencia y la tecnología para defender sus propios intereses, están generando graves problemas ecológicos que amenazan la propia existencia humana sobre la tierra.

Crisis capitalista

Esta crisis neoliberal auspiciada por los Estados Unidos genera un profundo impacto social, debido a que el país norteamericano desea tener el liderazgo mundial, el cual enfrenta complejos desafíos que combinan problemas estructurales internos, así como también grandes retos externos.

El gobierno de Barack Obama habla de “poder inteligente”, pero recurre en formas directas e indirectas a la fuerza militar junto a otros instrumentos de dominio imperialista, en los ámbitos económicos, políticos, ideológicos, culturales y mediáticos. Lo que conlleva a una política de inestabilidad y guerras en la geografía mundial.

El documento internacional del PSUV manifiesta que Estados Unidos se vale de su potencia para pretender dominar al mundo, a las naciones más débiles y consolidarse ellos como los “dueños del mundo”, sobre todo en la economía.

A través del Proyecto se afirma que la guerra, en cualquiera de sus variantes, es el principal instrumento del imperio norteamericano y sus aliados para disputarse el control sobre los recursos naturales y el mercado, para así trazar un mapa global que responda a sus intereses geoestratégicos.

“El centro neurálgico de la crisis es el núcleo transnacional burgués, cuyo patrón de acumulación material y espiritual, transfiere crecientemente sus contradicciones socio-económicas, políticas, ecológicas, culturales y éticas a los países del capitalismo periférico”, destaca el documento.

Defensa del Socialismo

El PSUV es un partido cuya política internacional, inspirada en el legado del Comandante Hugo Chávez, se orienta a la defensa del socialismo como única opción para superar los problemas socioeconómicos, políticos y ecológicos generados por el capitalismo.

Suscribe la política internacional de principios de la Revolución Bolivariana, que promueve la defensa de la independencia y la soberanía, la liberación de los pueblos y la defensa del socialismo bolivariano.

La política social privilegia la lucha por la paz y la solidaridad entre los pueblos, la integración latinoamericana y caribeña, la defensa de la justicia social y una relación ecológica con la naturaleza como las únicas formas de preservar la especie humana.

El partido basa sus premisas en la continuidad de promover relaciones estrechas con las principales corrientes progresistas y revolucionarias internacionales: organizaciones socialistas, comunistas, movimientos de liberación nacional, el movimiento obrero internacional, organizaciones patrióticas, nacionalistas y otras que luchan por la paz, el progreso, la justicia social, la independencia, la integración de los pueblos y el socialismo, entre otros.

El partido de la militancia bolivariana favorecerá la unidad, la integración y la coordinación entre las fuerzas progresistas y revolucionarias; rechazará todas las acciones que contribuyan a dividirlas y enfrentarlas en sus luchas por la justicia social.

El PSUV sostendrá relaciones de trabajo bilaterales, intercambios y vínculos sistemáticos en el marco de agrupaciones de partidos políticos como la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y El Caribe (Copppal), el Foro de Sao Paulo u otros espacios similares, con partidos de diverso signo. Estos encuentros se deben realizar sobre la base del respeto a la Revolución Bolivariana y a la soberanía nacional.

Pronunciamientos

El proyecto de Resolución Internacional se pronuncia contra las políticas imperialistas, y a favor de superar las graves consecuencias que está provocando la crisis del capitalismo en el mundo.

Asimismo, aboga por la construcción de un mundo nuevo, por un nuevo sistema de relaciones internacionales más democrático, justo y solidario.

“La lucha por la paz es una tarea fundamental del partido en los próximos años. El socialismo y la paz son valores indivisibles, sin paz no es posible garantizar la sostenibilidad de la especie humana; sin justicia social no habrá paz”, indican.

Para ello, es necesario que la vía para la solución de los conflictos internacionales sea mediante el diálogo y las negociaciones.

De esta manera, se rechaza el armamentismo, la producción y proliferación de las armas nucleares y de destrucción masiva.

Dentro del socialismo se plantea que las tendencias que favorecen la multipolaridad contribuyen a democratizar las relaciones internacionales al diversificar los espacios económicos y políticos.

Con ello se crean condiciones internacionales más favorables para las luchas por los cambios sociales.

“Quiero resaltar esa visión de optimismo para que fortalezcamos nuestra conciencia y nuestra voluntad de batalla por salvar al mundo y construir un mundo nuevo, un mundo mejor. Venezuela se suma a esa lucha y por eso somos amenazados”, expresó el Gigante de la Patria.

Países latinoamericanos y caribeños se consolidan en la integración

El Comandante Supremo, Hugo Chávez, creó diversos mecanismos de integración para los países de América Latina y El Caribe a los fines de establecer alianzas estratégicas entre el bloque de la región y con ello el desarrollo y la consolidación económica.

Miró más allá de las fronteras venezolanas durante su gobierno, para promover la inclusión política, económica y social con la creación de organismos de integración latino americana.

Estas integraciones son consideradas y resaltadas dentro del Proyecto de Resolución Internacional del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) como una alternativa de evolución y consolidación de los pueblos hermanos.

El liderazgo de la región ha forjado espacios para la integración de los pueblos, como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), Petrocaribe; que inspirados en el legado de Chávez se proponen democratizar las conquistas económicas, políticas y sociales de los pueblos.

La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) han permitido iniciar el proceso de superación del viejo sistema de relaciones interamericanas hegemonizadas por el gobierno de los Estados Unidos.

La Celac se convierte en una importante institución para combatir la pobreza y discutir entre los latinoamericanos y caribeños temas cruciales para los destinos de la región.

El Gobierno Bolivariano considera de mayor relevancia trabajar para consolidar todos los procesos de integración de los pueblos latinoamericanos, especialmente con los bloques mencionados.

“Estas alianzas exhiben importantes logros políticos y sociales de experiencias disímiles, muchas de ellas inspiradas en la defensa de la independencia, la soberanía y la integración regional, con una creciente disposición de buscar soluciones de conjunto”, destacan.

También son claros los avances del movimiento progresista y revolucionario en el continente, el cual tiene la capacidad de unir y coordinar la diversidad de experiencias patrióticas, nacionalistas, progresistas, revolucionarias y socialistas en torno a objetivos comunes.

Este movimiento plantea un liderazgo en el proceso de dinamización de los nuevos espacios de integración, con iniciativas que les permiten trascender las posturas dogmáticas y sectarias que prevalecieron en otros tiempos.

Hoy en día, las ideas de Chávez se han convertido en arquetipo del pensamiento socialista bolivariano del siglo XXI y pilar fundamental de las políticas de diversos jefes de estado.

Sus concepciones geopolíticas son reconocidas como aportes relevantes a la comprensión de las transformaciones socioeconómicas, políticas y militares necesarias para convertir a América Latina y El Caribe en un factor relevante de la multipolaridad emergente.

Es de gran importancia la visión de liderazgo mundial que impulsan los latinoamericanos y caribeños en el nuevo equilibrio que se gesta durante este siglo.

Los gobiernos progresistas y revolucionarios de la región han realizado enormes esfuerzos para combatir la pobreza, regionalizar las misiones sociales, introducir nuevos conceptos para “avalanchar” hacia una economía latinoamericana productiva, fortalecer la integración en todos los ámbitos y fundar una nueva interlocución con los centros de poder mundial que lideran las tendencias.

Complejidad del capitalismo

El PSUV llama la atención de las fuerzas latinoamericanas sobre el impacto en la región de la crisis capitalista internacional. Las complejidades de esta crisis están generando adecuaciones y recortes en las principales economías de Europa, Asia y Estados Unidos.

Asimismo, ocasionan un declive de la demanda de los productos primarios, tendencia que produce desempleo, estimula el narcotráfico, potencia la ingobernabilidad, la violencia social, la destrucción del aparato productivo y el debilitamiento de gobiernos, organizaciones y partidos.

Solidaridad con las naciones hermanas

El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) se solidariza con las luchas progresistas y revolucionarias de los pueblos de Asia, África, América Latina y el Caribe.

En especial, reitera la invariable solidaridad de la Revolución Bolivariana con las personalidades, organizaciones y los gobiernos de América Latina y el Caribe que defienden la independencia y la soberanía, la integración, la justicia social y el socialismo.

El proyecto de Resolución Internacional del PSUV respalda la justa causa del pueblo palestino, por su derecho a constituir un Estado independiente y se pronuncia a favor de la devolución a los países árabes de los territorios ocupados por Israel.

Estados Unidos, Israel y sus aliados intentan cambiar el mapa político de la región del Medio Oriente.

“Pretenden consolidar la hegemonía de Israel sobre los recursos energéticos y el control de la privilegiada ubicación geopolítica de la zona”, resalta el escrito.

Para ello, recurren a confrontaciones religiosas, culturales y políticas, convirtiendo al Medio Oriente en una zona de grandes riesgos e inestabilidades.

El PSUV expresa su solidaridad con el hermano pueblo de Siria, rechaza la injerencia en sus asuntos internos, las agresiones contra su territorio y las acciones intervencionistas del imperialismo norteamericano.

“Nuestro Partido aboga por la solución pacífica y negociada del conflicto sirio”, recalcan.

Los militantes del partido de la Revolución respaldan su inquebrantable solidaridad con la Revolución Cubana, que constituye un hito en las luchas de los pueblos por la independencia, la justicia social y el socialismo.

“Con interés observamos el proceso de actualización del socialismo cubano y deseamos éxitos en ese empeño al Partido Comunista y al pueblo del hermano país”.

En este sentido, el Estado venezolano rechaza el bloqueo a Cuba que ya se extiende por más de 50 años y es condenado por la inmensa mayoría de la comunidad internacional.

Se une a la lucha por la liberación de los héroes cubanos prisioneros de forma injusta en las cárceles del Imperio Norteamericano por su ardua labor de luchar contra el terrorismo.

El escrito plantea un pronunciamiento contra todas las expresiones de colonialismo y neocolonialismo en América Latina y el Caribe. El PSUV se solidariza con el hermano pueblo de Puerto Rico, deseando éxitos en sus luchas por alcanzar la independencia y su pronta incorporación a los espacios regionales de integración.

De igual manera, con el pueblo de Haití, cuna de las revoluciones emancipadoras de la región.

“Todas y todos los latinoamericanos y caribeños tenemos una deuda con el legado histórico, la inspiración espiritual y el aporte material de Haití a nuestras luchas por la independencia”, expresan.

Venezuela apoya al pueblo y al gobierno argentino en su lucha por las Islas Malvinas y se pronuncia por una solución pacífica y negociada al diferendo con Inglaterra por la ocupación ilegal de ese territorio latinoamericano.

Rechazan cualquier explotación de los recursos de ese territorio hasta que se encuentre una solución al conflicto.

Ciudad CCS