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Con encuentros deportivos, marchas por la paz y tomas culturales de espacios públicos, en Portuguesa el poder popular se declara en movilización permanente para junto al Gobierno estadal rechazar la injerencia norteamericana y ratificar su respaldo al Plan de Pacificación Nacional.
«Juntos rechazamos de manera categórica la política de intromisión del Gobierno de los Estados Unidos y las actitudes fascistas de minúsculos grupos de oposición que quieren usar como carne de cañón a nuestra juventud», manifestó el gobernador de Portuguesa, Wilmar Castro Soteldo.
Destacó las acciones pacíficas, la conciencia y la firmeza con las que el pueblo portugueseño se mantiene en la calle para contrarrestar «las mentiras, los falsos objetivos y la injuria a los que recurren algunos actores de derecha para tratar de desconocer la legitimidad de las instituciones del Estado».
Castro Soteldo sostuvo que ante esas actitudes fascistas, el Gobierno de Portuguesa y el poder popular permanecen activados y movilizados en un solo frente que dice «no al fascismo, no a la intervención y sí a la Patria, sí a la independencia, sí al desarrollo de la humanidad, en paz, con humanismo».
Deploró la manipulación de sectores de oposición que carecen de argumentos y criterios políticos e incitan a la violencia para intentar generar situaciones de ingobernabilidad y desatar «una guerra civil que justifique la perversa intervención estadounidense, como lo hicieron en Siria, Afganistán, Egipto, Irak y como lo hacen en Argentina Bolivia y Ecuador».
«Desde Portuguesa damos y seguiremos dando un contundente respaldo al presidente Nicolás Maduro, a nuestra Patria, a nuestro pueblo y al legado de nuestro comandante eterno, Hugo Chávez, que se traduce en amor, independencia, soberanía y libertad», expresó.
Castro Soteldo advirtió que la oposición intenta repetir el guión que utilizó en abril de 2002 para perpetrar un nuevo golpe de Estado: «Están generando focos de violencia, incendiando la calle, haciendo ruido e intimidando a nuestro pueblo, para mermar su voluntad y luego dar el zarpazo».
AVN