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19.Oct.2016 / 08:57 am / Haga un comentario

Foto: Misión Verdad

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La sentencia publicada el pasado 17 de octubre de la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ratifica la recolección del 20% de las firmas por estado que deberá hacer la MUD a finales de este mes. Si son la «nueva mayoría», ¿por qué tanto susto?

La decisión de la Sala Electoral del TSJ sobre la recolección por estados de la fase del 20% de las firmas del padrón electoral para activar un referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro ha generado todo tipo de reacciones a lo interno de la dirigencia antichavista.

La misma se enfrenta a una contradicción nada fácil de resolver. En su promocionado evento del 26 de septiembre en Parque Miranda para referirse a los lapsos definidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE) para la recolección del 20% de las firmas, Chúo leía la bitácora que intentaría pegar con saliva la resbaladiza unidad opositora a corto plazo: «Activaremos el Referendo Revocatorio cumpliendo lo que está en la Constitución: la recolección de firmas que representen al menos el 20% del padrón electoral a nivel nacional. No aceptaremos nada que no cumpla con la Constitución».

Pero la MUD finge demencia y miente. En el artículo 72 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el único que rige sobre la materia, no existe aquello de la recolección del 20% nacional. Reza el referido artículo: «Transcurrida la mitad del período para el cual fue elegido el funcionario o funcionaria, un número no menor del veinte por ciento de los electores o electoras inscritos en la correspondiente circunscripción podrá solicitar la convocatoria de un referendo para revocar su mandato».

¿Dónde dice que exclusivamente esa recolección debe ser «nacional»? Si no lo dice, no existe. El TSJ como máximo intérprete del texto puede decidir sobre el desarrollo de ese criterio y darle un sentido práctico. Si no es de su agrado, mala suerte. La Constitución no la aprobamos para complacerlos.

Sin embargo ellos se imponen una condición inexistente que ni el TSJ ni el CNE están violando. Dicen no aceptar ese criterio -perfectamente ajustado a derecho-, pero mantienen la convocatoria de salir a firmar masivamente del 26 al 28 de octubre, aceptando de facto que de ser procedente el requisito el proceso de revocatorio quedaría para el año 2017, sin menoscabo de las denuncias de hechos irregulares durante la fase de recolección del 1%.

O lo que es peor aún: deslegitimar nacional e internacionalmente al CNE y al TSJ, pero recolectar las firmas e intentar cumplir con las fases y procedimientos establecidos en la ley; insistir a gritos en que no aceptarán el criterio de regionalización, cuando efectivamente lo hicieron durante la recolección del 1% de las firmas. O lo que es lo mismo: si un estado no cumplía con el requisito el proceso se suspendía, igual sucede con esta nueva fase del 20%.

La dirigencia antichavista le dio validez legal en la práctica a ese criterio, les guste o no. Si no les parecía conveniente, debían abandonarlo. Es tarde. Ya forma parte del tambaleante y poco transparente proceso preliminar para activar un referendo revocatorio.

Hablan sus medios y sus expertos

La MUD, sin embargo, parte de un elemento falaz y contradictorio para plantarse en el escenario político actual: creerse -y venderse- como una mayoría que ya derrotó al chavismo. Una narrativa de ese calibre debe medirse en el terreno de la realidad y todavía más si buscan un revocatorio que plantea cambiar el futuro político de Venezuela.

Se venden como la «nueva mayoría», pero en sus discursos y reacciones posteriores se nota cierto temor a no poder demostrarlo de cabo a rabo en el territorio nacional. Las respuestas a esto no emanan de la redacción de esta página, sino de sus propios expertos y medios de comunicación, quienes ubican con datos y cifras certeras donde la MUD puede perder la opción de completar la recolección del 20% de acuerdo al marco legal establecido por la Constitución, la sentencia del TSJ y el CNE.

Según uno de sus principales expertos electorales, Eugenio Martínez, Delta Amacuro es uno de los estados con mayores dificultades para la recolección de firmas por parte de la MUD, en tanto y en cuanto deberá movilizar a 87% de ciudadanos que le dieron su voto el 6 de diciembre. De 27 mil 087 votantes antichavistas, deberá movilizar 23 mil 409 para cumplir con el requisito.

En Apure, señala Martínez, ocurre el mismo escenario: la MUD deberá movilizar al 70% de sus electores, aun cuando, según reseña el experto, el dispositivo del CNE les permite técnicamente la recolección de 77 mil 259 firmas, número ampliamente superior a los 65 mil 702 ciudadanos que votaron por ellos.

En Portuguesa, Sucre, Guárico y Cojedes, estados históricamente chavistas, deberán mover al menos la mitad del electorado para alcanzar la meta. Zulia, Nueva Esparta -otra vez-, Falcón, Carabobo y Anzoátegui también estarían en riesgo.

Por su parte, el medio Efecto Cocuyo agrega uno más al listado de estados riesgosos, Amazonas, argumentando la dificultad para la movilización de los ciudadanos que deseen firmar por el revocatorio.

El diario 2001, en su versión web, señala la brecha entre las firmas requeridas para la recolección del 20% y el colchón o brecha por encima con el que cuenta la MUD a nivel de votación, tomando como punto de partida las parlamentarias del año pasado. El medio agrega, sobre la base de este análisis, al estado Táchira y Vargas, donde el margen de maniobra se les reduce a 30 mil y 40 mil votos para movilizar y poder superar el requisito holgadamente, como lo vienen prometiendo.

Sus propios expertos y medios de comunicación advierten que en al menos 12 estados del país la MUD tendrá complicaciones y problemas logísticos para mostrarse como la nueva mayoría, ya que deberá movilizar casi a totalidad gran cantidad de sus electores en medio de un proceso de reflujo en el clima político nacional y con las gaitas comenzando a sonar y los panes de jamón en los mostradores de las panaderías.

Detrás de la no aceptación a medias y contradictoria del criterio regional para la recolección del 20% de las firmas, se encuentra la necesidad de cumplir el requisito del 20% aprovechando la tracción de votos de sus principales bastiones ubicados en estados de gran concentración poblacional: Zulia, Táchira, Miranda, Distrito Capital, etc.

Que 4 ó 5 estados altamente poblados determinen la vida política de un presidente electo también por los 17 restantes. Así es una mantequilla.

El presidente Nicolás Maduro fue electo con los votos de las 23 entidades federales del país en menos de 24 horas. Ustedes tienen 72. Si quieren iniciar el proceso revocatorio y cumplir con el requisito, deberán mostrar capacidad de movilización y de apoyo político-electoral, igualmente, en los 23 estados del país.

Misión Verdad

 

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