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El presidente de la República, Nicolás Maduro, destacó que Venezuela asume la presidencia pro témpore de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), para promover el fortalecimiento de la unión regional en honor a los fundadores de la Patria Grande.
«Hoy asumimos la Presidencia de la Unasur con el espíritu de los fundadores de nuestra Patria Grande. Somos Suramérica», recalcó el Mandatario venezolana, a través de su cuenta en Twitter, @NicolásMaduro.
Venezuela es el octavo país en asumir la presidencia pro témpore de Unasur, responsabilidad que se designa por orden alfabético, incluyendo las presidencias que antes ejercieron los países del bloque en la antigua Comunidad Suramericana de Naciones fundada en Perú en el año 2004.
Unasur está integrada por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.
Más temprano, en un acto realizado con ministros de Relaciones Exteriores de los países miembros de la Unasur en Quito, Ecuador, la canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, ratificó que el espíritu integracionista legada por los libertadores, en especial por el Padre de la Patria, Simón Bolívar, será el norte por siempre el norte de Venezuela.
«Desde la República Bolivariana de Venezuela, hoy que comenzamos el ejercicio de esta presidencia pro témpore, nosotros venimos cargados de la conciencia de nuestros libertadores, de nuestros padres independentistas y también del alma y del corazón de nuestros pueblos para seguir caminando juntos y tomados de la mano enfrentando todas las amenazas, todos los peligros y todas las dificultades que puedan presentarse sobre nuestros países», manifestó.
Rodríguez señaló que con la firmeza y la voluntad de pueblos y gobiernos de la región se logrará enfrentar las amenazas de corporaciones mediáticas y poderes financieros que llevan adelante formas no convencionales de guerra para generar desestabilización.
Por ello, indicó que el desafío de los países hermanos es resguardarse ante esas amenazas que pretenden socavar a los gobiernos, tal como ocurre en Brasil contra la presidenta Dilma Rouseff, y en Venezuela contra el presidente Nicolás Maduro.