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6.Sep.2017 / 08:16 am / Haga un comentario

Foto: Ciudad CCS

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Desde que Nicolás Maduro, en su condición de primer mandatario nacional, visualizó estratégicamente la instauración de la Asamblea Nacional Constituyente como un mecanismo necesario por los tiempos que se viven, anunció una serie de factores que debían ser abordados desde esa instancia, y hoy más que nunca, se pone de manifiesto la urgencia que existe en blindar constitucionalmente la defensa, seguridad y soberanía del Estado para afianzar la verdadera independencia.

Por ello, necesario es, no solamente reforzar el aparato legal desde lo interno, sino que hace falta redimensionar el sistema de relaciones internacionales con el objetivo de ampliar horizontes reales para comercializar e intercambiar desde lo económico, lo político y lo cultural, con naciones diferentes a lo que establecen los protocolos.

Ello partiendo, entre otros cosas, de que Venezuela es un objetivo cada vez más apetecibles para el imperio, no solo por su decisión de deslindarse desde el punto de vista ideológico y de dependencia económica, sino por lo que significa desde lo geopolítico, debido a la diversidad de riquezas que aún se siguen descubriendo.

Al respecto, Maduro afirmó: “Ya existe la Gran China, la Gran Rusia, la Gran India, el Brics, Celac, Unasur, el Alba. ¿Quién podía pensar en esto en 1999, cuando éramos colonia de la OEA y estábamos sometidos a los dictámenes del imperio y al pensamiento único?”

He ahí el meollo de la tarea de los 545 constituyentes, que no solo acudieron al llamado presidencial a la ANC en busca de la paz, sino en la consolidación económica, productiva e independiente dentro de un nuevo orden mundial.

Lealtad al legado

Desde los días del Comandante Supremo Hugo Chávez, se le da mayor fuerza a las posibilidades de reorientar relaciones multilaterales, con una visión que apuntara hacia el sur, y comienza a cobrar fuerza y a nacer organismos encargados de consolidar y normar esa idea de un mundo multipolar.

Ante esta realidad, entre otras, levantó su voz, su imagen, su ideario y su visión de lucha unionista, liberadora y antiimperial aquel hijo de Sabaneta que en 1999 llegó a Miraflores por la vía constitucional, con votación récord, para sembrar ideales independentistas y romper paradigmas entreguistas, como antesala y objetivo de la Revolución Bolivariana.

Hoy, en lealtad a su legado, el presidente Nicolás Maduro propone como uno de los puntos de honor de la naciente ANC, reafirmar la condición de Patria libre, unida y en igualdad de condiciones de participación de todos sus ciudadanos, con pleno respeto emanado desde el concierto internacional.

Se trata de apuntar y de instar al fortalecimiento de un mundo pluripolar y multicéntrico, donde sea más que un menester el ejercicio de la defensa de la soberanía nacional, la integridad de la nación y el rechazo al intervencionismo.

Se trata, de asumir y enfrentar las peligrosas amenazas hegemónicas, con un marco legal constituido y blindado a través de la ANC, para formular un cuadro bien sostenido que proponga y fortalezca un nuevo orden mundial, como caldo de cultivo necesario para el desarrollo de las nuevas relaciones comerciales, sociales y de crecimiento que conduzcan a otro punto cardinal contrario a lo más septentrional, y consolidar el eje sur-sur propuesto por Chávez.

Una visión estratégica

El solo hecho de que ante los constantes y desmedidos ataques imperiales proferidos por los últimos gobiernos de los Estados Unidos, haya respuestas de solidaridad hacia los intereses nacionales por parte de grandes potencias como China, Rusia, y los países Brics, por ejemplo, además de lo expuesto por organismos de viva acción y presencia en el continente como el ALBA TCP, y otros, es un indicativo, no solo de que Venezuela no ara en el mar cuando propone independencia y unión en la búsqueda de nuevas rutas de subsistencia; sino que es un punto real de apertura a las nuevas tendencias de realce de la soberanía venezolana y panlatinoamericana.

A través de una sanción administrativa que coloca a Venezuela como una amenaza inusual para los intereses del país norteño, refrendada por Barack Obama, y ahora con las sanciones económicas con que buscan un bloqueo comercial, nacida en la administración de Donald Trump, Estados Unidos ha enfilado sus intenciones expoliadoras y explotadoras de todos los recursos naturales que yacen bajo estos suelos; no obstante, pueblo y Gobierno unidos han dado muestras de no entreguismo y de cerrar el paso arrollador e invasivo del imperio norteño.
Por tanto, y tras aquellos pasos iniciados por el Comandante Supremo Hugo Chávez, y hoy de Nicolás Maduro, coloca esa tarea de estructura y blindaje todo lo referente a la independencia y soberanía.

Asambleas internas

Desde el mismo momento de la propuesta de ANC hecha por Maduro, se desplegaron asambleas populares con comunidades y poblaciones organizadas, a manera de integrarlas al proyecto y de darle ese rol protagónico que como poder originario le confiere la Constitución.

Al respecto citamos el caso del estado Falcón, donde la gobernadora Stella de Lugo aseveró, en medio de una reunión popular: “La Constitución es el arma del pueblo consciente revolucionario para defender la independencia y la soberanía del país dentro del camino de la vida y la paz”.
En ese sentido, durante un encuentro nacional con candidatos a la ANC, a inicios de julio, Diosdado Cabello sostuvo que el fortalecimiento de la soberanía en la nueva Constitución impedirá que otros países intenten interponerse en asuntos internos de la nación.

“Si algo hay que blindar, es la soberana independencia de la Patria; que nada ni nadie pueda interferir en los asuntos internos, para que la OEA más nunca meta las garras en Venezuela”, enfatizó.

Por su parte, el presidente de la comisión de Relaciones Internacionales de la ANC, Adán Chávez, aseguró recientemente que “es importante seguir demostrando al mundo nuestra disposición de vivir en paz en la construcción de nuestro proyecto socialista, pero dispuestos a actuar en el terreno que sea necesario para defender nuestra soberanía”, por lo que instó a adelantar desde allí los aspectos legislativos en esa materia.

Lo que se avecina presupone un trabajo constante, mancomunado y sin descanso de parte de las recién nombradas comisiones de la ANC, donde tomarán rol protagónico la de Soberanía, Integridad Territorial, presidida por Gerardo Márquez, bajo la vicepresidencia de Francisco Ameliach; la comisión de Relaciones Internacionales, presidida por Adán Chávez y coliderada por Saúl Ortega, además de la comisión del Sistema de Defensa y de la FANB, cuyo presidente es Euclides Campos Aponte y el vicepresidente es Gilberto Pinto Blanco.

Los 11 objetivos del proceso constituyente

1 Ganar la paz, aislar a los violentos. Reafirmar los valores de la justicia, de la no impunidad.

2 Ampliar y perfeccionar el sistema económico venezolano, para dejar instalado un nuevo sistema post-petrolero.

3 Constitucionalizar todas las Misiones y Grandes Misiones.

4 Potenciar el Funcionamiento del Sistema de Justicia, Seguridad y Protección del Pueblo.

5 Impulsar las Nuevas Formas de la Democracia Participativa y Protagónica.

6 Impulsar la Política Exterior de defensa soberana de nuestra integridad.

7 Impulsar la Identidad Cultural, la Nueva Venezolanidad, la Nueva Espiritualidad del país.

8  La Garantía del futuro para la juventud.

9 El cambio climático, la supervivencia de la vida.

10 Un capítulo en la Constitución para la mujer.

11 Iniciar proceso constituyente militar para consolidar la doctrina Bolivariana.

Ciudad CCS

 

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