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27.Oct.2022 / 10:10 am / Haga un comentario

Imagen: Referencial

Casos Cordillera de La Costa y Los Andes, causas y  políticas esenciales

José Luis Berroterán Núñez

Las afectaciones por aludes torrenciales de laderas de vertientes y ríos a las poblaciones y urbanismo de ciudades ubicadas en los piedemonte de  las cordillera de La Costa y Los Andes venezolanos han tenido alta frecuencia y recurrencia  en los últimos 35 años, generando pérdida de vidas humanas e impactos en la dinámica socio-económica de la localidad o región. El caso de la catástrofe en Las Tejerías-Aragua (08/10/2022) es un evento que causó perdida de vidas, zozobra, impacto emocional, destrucción de viviendas, afectación de industrias, servicios básicos y desestabilización de la dinámica socio-económica del municipio Santos Michelena. El fenómeno hidrometeorológico de torrencial sucede por altas precipitaciones en las laderas de las montañas que generan saturación de los suelos hasta su límite de liquidez,  donde los suelos se comportan como líquido y se producen los movimientos de masas de lodos compuestos por suelo, piedras, agua y vegetación con árboles arrastrados por el torrente. En el cauce de los ríos de montaña se concentran las aguas en avenidas que superan el caudal normal de transporte, las cuales al llegar al   contacto con la zona plana urbanizada se desparraman en varios cauces con depósito del lodo por pérdida de velocidad, afectando una gran superficie urbana por tapiado y arrastre de construcciones y vidas humanas.

En Las Tejerías el Gobierno Bolivariano está trabajando para minimizar el impacto del evento catastrófico (43 perdidas de vida, 56 desaparecidos, afectación de servicios y de 440 viviendas en el área urbana, así como comercios e industrias) con la imperiosa necesidad de hacer una reubicación de zonas de asentamientos de viviendas e industrias fuera del alcance de la zona vulnerable por efecto de aludes torrenciales como el ocurrido el sábado 8 de octubre de 2022. El Presidente Nicolás Maduro visitó la zona de Las Tejerías y ordenó la conformación de los equipos de trabajos para la recuperación de la zona urbana, la reubicación de los patriotas que perdieron viviendas, atención a las necesidades de la población y prevención de futuros impactos por aludes torrenciales. Existen equipos conformados por el poder ejecutivo en el ámbito nacional, estadal y municipal, con participación activa de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, la gran comunidad nacional de nuestro pueblo, el poder legislativo y el ciudadano. Se ha dado una manifestación de unión y solidaridad nacional, sentido patrio y visión organizativa ante esta contingencia que requiere rápida y eficiente respuesta.

Los aludes torrenciales han tenido una alta frecuencia, así podemos mencionar para Venezuela en los últimos 70 años los siguientes eventos: La Guaira (1951), El Limón-Maracay (1987), La Guaira (1999), Miranda (2005), Valle del Río Mocotíes-Mérida (2005), La Guaira (2010),  El Limón-Maracay (2017), Valle del Mocotíes-Tovar- Mérida (2021) y Las Tejerías-Aragua (2022). Por el impacto causado resaltan los eventos de La Guaira en 1999 (800-3000 muertes), El Limón en 1987 (800 fallecidos), Valle del Mocotíes en 2005 (500 fallecidos) y Las Tejerias en 2022 con cerca de un centenar de pérdidas de vidas. En todos los eventos con impactos importantes a la población que se han registrado en los últimos años hay factores inductores comunes como son:

·         La presencia de montañas  altas con desniveles mayores a los 600 m entre el punto más alto y la zona plana basal, con más de 30o de pendientes y suelos con profundidades mayores a 50-100 cm sobre rocas duras consolidadas o poca meteorizadas.

·         Cuencas y subcuencas con suelos saturados por lluvias previas y luego una intensa lluvia que sobrepasa en menos de 12 horas lo que precipita en meses, los cauces se unen en una garganta al final de la montaña e inicio de la zona plana o semiconvexa (conformada por los sedimentos provenientes de la montaña) que favorece el aumento de caudal en contacto con el Piedemonte al final de la montaña.

·         La zona semiconvexa o plana está urbanizada, tiene pendientes entre 1 o- 5o, se denomina abanico de explayamiento y presenta cauces dispersos por desparramiento del curso mayor de la garganta debido a la pérdida del poder de traslado del lodo. Es la zona más afectada por aludes torrenciales con el agravante de sostener actividades humanas en los cauces mayores de los ríos.

·         Existencia de desarrollos habitacionales con más de 100 años de establecidos y  alta densidad de población que aumenta continuamente en las áreas de influencia de los cauces mayores de los ríos y el abanico de explayamiento.   Generalmente hay insuficientes obras de control de torrentes y sistemas de alertas tempranas, con excepción de La Guaira, El Limón-Maracay y algunas cuencas andinas (Mocoties).

Estudios geológicos-sedimentológicos demuestran que los aludes torrenciales se han producido desde hace miles de años en la Cordilleras de Los Andes y La Costa. En el año 1951 cuando se hace el reporte de grandes torrentes y movimientos en masas de detritus  (partículas de suelos) en  la zona costera de la Cordillera de la Costa en el actual Estado de la Guaira no se  afectó la población que tenía baja densidad por km2 y desarrollos urbanos ubicados en zonas no vulnerable. Este evento de 1951 a pesar de ser muy parecido hidrometerológicamente al que sucedió el 15-16/12/1999 dista mucho en su impacto, ya que en 1999 hubo gran afectación de infraestructura, vidas humanas y de la morfología de las playas. En 48 años (1951-1999) se dio un crecimiento urbano en La Guaira de más de 10 veces, en una forma desordenada y sin la previsión del impacto por deslaves y torrentes de ríos, lo que ocasionó que se produjera la tragedia de mayor magnitud de la historia reciente del país. En Las Tejerías aumentó la población ocho veces en los últimos 70 años con la mayor tasa de crecimiento entre 1960 y 2000, periodo en que se  generó el crecimiento urbano en las zonas vulnerables de la ciudad, al igual que sucedió en todos los urbanismo de la Cordillera Central en Aragua, Miranda, La Guaira, Carabobo y Distrito Capital.

A partir del año 2000 se sigue dando un aumento de población en los urbanismos consolidados del centro del país, planteándose como necesario y urgente modificar el patrón de asentamiento humano en los valles intramontanos, abanicos de explayamientos y posiciones abombadas convexas (conos de deyección) instaurados y consolidados en la Cuarta República, antes del año 2000.  Este nuevo patrón urbanístico amigable y seguro inspirado en la visión territorial del Comandante Hugo Chávez se aplicó en La Guaira en forma exitosa después de 1999, se va a aplicar en Las Tejerías y debe continuar en todas las ciudades y poblaciones con grandes riesgos por afectación de eventos hidrometeorológicos. Desde el 8/10/2022 se trabaja más intensamente para un vivir en “La Nueva Época” con menos riesgos, amenazas y vulnerabilidades ante eventos asociados a torrenciales por altas precipitaciones temporales, donde el Gobierno Bolivariano conducido por el Presidente Maduro, el Pueblo, los Movimientos Sociales  y el Polo Patriótico con el PSUV  serán los garantes de la ejecución y el cumplimiento de los planes y acciones.

 

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