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El gigante farmacéutico chino Sinopharm comenzó los ensayos clínicos de las fases I y II de su nueva vacuna recombinante contra la COVID-19 en la provincia de Henan, en el centro de China.
Desarrollada por el Grupo Nacional Biotec de China (CNBG, siglas en inglés), una filial de biociencia de Sinopharm, la vacuna recibió el 9 de abril un permiso de investigación clínica de la Administración Nacional de Productos Médicos, refiere la agencia de noticias china Xinhua.
Se trata de la tercera vacuna candidata contra la COVID-19 del CNBG aprobada para ensayos en humanos.
Los investigadores están realizando los ensayos clínicos en la ciudad de Shangqiu de Henan, los cuales son aleatorios, doble ciego y controlados con placebos, de acuerdo con un comunicado de la compañía.
El vicepresidente del CNBG, Zhang Yuntao, dijo que la vacuna recombinante candidata ha sido modificada genéticamente. A diferencia de las vacunas COVID-19 inactivadas de la compañía, la nueva no necesita un laboratorio de bioseguridad de alto grado para su fabricación y puede lograr rápidamente una producción a gran escala.
“Está diseñado para personas de tres años o más”, dijo Zhang.
Los resultados de los ensayos clínicos determinarán si la vacuna genética recombinante se deberá administrar en tres dosis, agregó.
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