Opinión / Noticias / Nicolás Maduro Moros

10.May.2020 / 11:17 am / Haga un comentario

Foto: Referencial

A propósito de los primeros 200 números del Boletín Informativo del PSUV

Por: Nicolás Maduro Moros

Presidente de la República Bolivariana de Venezuela y del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)

I.

Ahora más que nunca nuestra militancia y el pueblo chavista como un todo, tienen al frente derroteros más definidos que nunca. Y es que precisamente este año 2020 con la terrible pandemia que padecemos al igual que la gran mayoría de los pueblos, ha venido a constituir la gran prueba de fuego para demostrar la gran fortaleza que hemos adquirido a través de más de 20 años de Revolución Bolivariana. En esta hora de grandes dificultades, estamos demostrándonos y demostrándole al mundo entero que somos de verdad. En real y en serio, para decirlo con el Maestro García Bacca, somos y seremos de verdad.

Lo he dicho una vez y otra vez: ¡entre cuarentena y producción, no hay contradicción! A la par del titánico esfuerzo que estamos llevando para combatir al COVID-19 con nuestros médicos y médicas y todo el personal de salud en la primera línea de acción y combate, arriesgando el todo por el todo por nuestra Patria, y junto a ellos nuestra FANB, fuerzas policiales y de Protección Civil, se impone por igual el que mantengamos activados todos los motores de nuestra economía, con especial énfasis en alimentos y medicamentos, elevándolos a su máxima capacidad productiva. Tanto nuestra militancia como el pueblo chavista, deben participar activamente en el esfuerzo productivo, ejerciendo pleno protagonismo.

Hasta ahora, además de batir récord en despistaje y atención médica al punto de que ya en el mundo se ha comenzado a hablar del modelo venezolano en la lucha contra el coronavirus,  hemos mantenido el sistema educativo totalmente activado bajo el programa de Toda Familia una Escuela por vías nada novedosas para nosotros como la educación a distancia vía online o semipresencial. Igualmente, no hemos descuidado la atención a unos 7 millones de hogares mediante el CLAP, Bonos del Sistema Patria y muchos otros beneficios. En el mismo sentido, la Gran Misión Vivienda Venezuela ha mantenido el paso. Todo ello impone motorizar aún más nuestra economía bajo un reordenamiento y replanificación especial en atención a guardar el distanciamiento social y todas las medidas inherentes a la cuarentena.

Y el mismo hecho de que ya en muchas partes, lo reitero, se hable del modelo venezolano en la lucha contra el coronavirus, nos debe llenar orgullo, si consideramos que somos un país casi que totalmente bloqueado y teniendo que enfrentar una guerra multiforme. Prácticamente sin recursos, estamos haciendo mucho con poco,  y esa es una de nuestras grandes fortalezas. Tenemos con qué acentuar nuestros esfuerzos en el relanzamiento y despegue de nuestra economía.

Tengamos presente que el coronavirus sigue causando estragos en todo el mundo y no hay solución a la vista en lo inmediato, en el corto plazo. Ojalá que a mediano plazo se encuentre la vacuna que logre revertir el crecimiento exponencial de la pandemia. Pero debemos estar preparados para todo: debemos pensar y actuar en función del largo plazo.

El debate de ideas contemporáneo no ha eludido la cuestión crucial de la pandemia. Uno de los elementos de fuerza que se ha perfilado en la discusión es la relación entre la pandemia y lo que se conoce en términos jurídicos y políticos como estado de excepción. A ello se han referido, discutiendo y polemizando, grandes pensadores como Giorgio Agamben y Jean Luc Nancy entre otros. No se trata para nada de una exquisitez teórica desde Venezuela.

En su ensayo Coronavirus: tesis sobre el presente, publicado por la página web Misión Verdad el pasado 14 de abril, el compatriota Diego Sequera sitúa el debate en nuestra Patria: …Venezuela ya lleva tiempo siendo un país forzado a vivir en la excepción, donde la conquista diaria de un mínimo de normalidad (de acuerdo a cómo la entendíamos siete años atrás) es el principal campo de batalla. Porque la excepcionalización de nuestras vidas fue decretada desde afuera.

La Venezuela Bolivariana sometida al más brutal estado de excepción decretado desde afuera, ha demostrado y sigue demostrando que no está dispuesta a retroceder. Y porque no hemos retrocedido en materia social, en materia de salud, es que hemos podido hacerle frente a la pandemia con una extraordinaria y ejemplar capacidad de respuesta.

La disciplina social está brillando en lo más alto. Y a ello ha dado una sólida contribución la militancia del PSUV y el pueblo chavista como un todo. En este sentido, no podemos relajar la disciplina social en lo más mínimo: se trata de preservar la vida de la Patria que encarna en cada compatriota.

Hay una pregunta que estimo crucial: ¿el mundo va a retornar a la misma “normalidad” destructiva y ecocida del capitalismo después de la pandemia? Voces de tanto filo crítico como Jorge Riechmann y Eliane Brum coinciden y nos iluminan: lo “normal”, en términos capitalistas, ha sido interrumpido por el virus y tenemos el chance de hacer realidad otro mundo, sobre la base de otros principios, deteniendo la catástrofe climática y generando igualdad entre las naciones. Ciertamente, el después de la pandemia no puede ni debe estar bajo el signo de lo peor, esto es, de la vuelta a la “normalidad”, a la “normalidad” catastrófica que padecemos.

Ante tal escenario apocalíptico  proyectado por una derecha que nos quiere llevar al fin de la especie humana y del planeta, es indudable que tenemos que trabajar en función de un nuevo modelo de sociedad y un nuevo modelo económico para trascender las estructuras donde se ha sostenido toda la cadena de males que hoy padecemos. O como corre en las calles y las redes; “No podemos volver a la normalidad, porque lo normal era exactamente el problema. Necesitamos volver MEJORES, menos egoístas, más solidarios, más humanos”  Esta es la hora de los pueblos, la hora del mundo multicéntrico y pluripolar por el que batalló nuestro Comandante Supremo y Eterno, la hora del equilibrio del universo como decía el Padre Libertador. Si Venezuela ha podido y puede, es porque con mayor razón todos los pueblos en perfecta unidad y solidaridad, podemos. Sí se puede, compatriotas y camaradas, sí se puede: he allí el ejemplo ético que debemos seguir dando a la humanidad como el pueblo de Libertadores y Libertadoras que somos.

Sigamos así: cuidémonos, démonos cuido. Sigamos cumpliendo con las normas al pie de la letra y haciéndolas respetar. Sigamos aplanando la curva entre todas y todos.

II.

Lamentablemente mientras el mundo todo, y nosotros con él dando el más luminoso ejemplo, se enfrenta a la pandemia lo que, por cierto, motivó unas muy sentidas palabras del Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, en el sentido de declinar los conflictos y establecer un alto al fuego poniendo fin a los enfrentamientos en todas partes, la canalla imperial y sus secuaces en Venezuela, han vuelto a las andadas, tratando de aprovechar esta coyuntura de la forma más cobarde y criminal. No les importó ni les importa la crisis de salud mundial que exige concentrar todos los esfuerzos en salvar vidas, no en truncarlas, no imponiendo la muerte como se ha pretendido una vez más el pasado 3 de mayo en nuestra Venezuela.

Ciertamente, la crisis pandémica si bien ha sacado lo mejor de lo mejor en millones y millones de personas, también ha sacado lo peor de lo peor de algunas minorías que, precisamente, constituyen ese 1% que se opone a toda cuarentena bajo la criminal sentencia de que más vale salvar capitales que vidas humanas. Así piensa y actúa la derecha internacional, y en especial el fascismo revestido nuevamente de supremacismo y racismo, así piensa y actúa el inquilino de la Casa Blanca a quien el sector golpista y apátrida de la derecha que hace vida en Venezuela, se ha subordinado rastreramente, cumpliendo al dedillo cuantas órdenes salgan de Washington. De modo que la  fracasada intentona del pasado 3 de mayo es fiel expresión del viejo modelo de dominación que llega a su fin, lanzando sus últimos estertores bajo acciones terroristas y por demás cobardes como esta última.

Hemos derrotado esta perversa y criminal intentona golpista: la unión cívico-militar se ha apuntado una nueva y espléndida victoria.  Sin embargo, aún pueden quedar remanentes a erradicar. De allí que nuestra militancia, sobre todo en las zonas costeras, debe permanecer en estado de alerta. Mucha inteligencia social, mucha inteligencia popular, mucha vigilancia en función de preservar el bien supremo de la paz.

Yo quiero rendirle homenaje, en especial, al pueblo de Chuao y celebrar la valentía, la luminosa valentía, de nuestras pescadoras y nuestros pescadores. Celebrar, sí, la conciencia y la entereza de quienes saben lo que están defendiendo. En Chuao lo afirmativo venezolano ha demostrado su fuerza, su vocación heroica contra quienes pretendieron hollar el sagrado suelo venezolano.

III.

El próximo domingo 10 de mayo se celebra el Día de la Madre. Yo quiero enviar mi palabra de reconocimiento y felicitación a todas las madres que cierran filas en el PSUV y, por extensión, a todas las madres de Venezuela.

Dijo nuestro Ludovico Silva: Madre, yo no sé cómo escribirte/ porque me escribiste tú a mí mismo. En realidad y en verdad, nuestras madres nos escribieron y nos siguen escribiendo con entrañable espíritu y letra infinitamente amorosa.

Rindo tributo a ellas que son forjadoras de Patria, de la Patria que es madre nuestra; a ellas que son dadoras del amor más puro y genuino; a ellas que están en primera línea en la batalla contra la pandemia en las calles y en los hogares; a ellas que son indoblegables a la hora de enfrentar a quienes pretenden arrebatarnos nuestra tierra.

 

Hacer un comentario.




Los comentarios expresados en esta página sólo representan la opinión de las personas que los emiten. Este sitio no se hace responsable por los mismos y se reserva el derecho de publicación. Aquellos comentarios que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto y/o que atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, este sitio se reservará el derecho de su publicación. Recuerde ser breve y conciso en sus planteamientos. Si quiere expresar alguna queja, denuncia, solicitud de ayuda u otro tema de índole general por favor envíe un correo a contacto@psuv.org.ve