Opinión / Noticias / Francisco Rangel Gómez
Foto: Archivo
A cuatro años de las infinitas colas llenas de amor, de lágrimas y de sacrificios por el Comandante Eterno en los días aciagos de su partida física, demuestran todo lo que es capaz Hugo Chávez, de lo que sembró irreversiblemente en este pueblo, el amor que despertó el poder popular, el pueblo llevando las riendas de su destino en la libertad, en la justicia y en la igualdad que lo reivindicó.
No importaba el sol ni el calor tampoco las horas de hambre o de sueño, no hubo ánimos para quejarse sino para esperar ese momento de darle al Comandante Chávez un saludo de despedida. Un pueblo enardecido, agitado, esperó ver al líder que nos devolvió la identidad, que nos hizo entender que sólo en la unión somos capaces de curar los males que durante tantos años arremetieron contra nuestro pueblo, nos demostró entre tantas cosas que el amor al hermano, salva. Rescató de la ignominia esta Patria que antes fue de pocos y ahora abre un abanico de posibilidades para todos, gracias a Chávez el gigante que sembró esta semilla de libertad en toda nuestra América Latina.
Fue tan grande nuestro líder que en el mundo sus acciones trascendieron más allá de los idiomas y de las fronteras, incluso de las distancias… estuvieron durante la capilla ardiente, manifestando apoyo y admiración, más de 50 jefes de Estado, para acompañar a nuestro pueblo en el dolor inmenso de tan sentida partida.
Ahora sentimos su grandeza, las demostraciones de amor crecieron en el mundo porque no existió antes un embajador de paz, de unión y de igualdad como Hugo Chávez un inmenso venezolano que rompió esquemas, borró fronteras e hizo visibles a quienes antes eran los últimos en la fila de los derechos humanos.
Hoy lloramos porque nos falta su verbo oportuno, aleccionador, sus principios de justicia, sus emociones y la conexión con un pueblo que se sabía amado por él. El pueblo que los revolucionarios heredamos, es el tesoro más grande que nos ha confiado, es su herencia y su legado… cuidar de él, resguardarlo es la misión que nos encomendó.
Es indiscutible la devoción por Chávez, los reivindicados (que son la inmensa mayoría del país), hoy siguen al pie de la letra el mensaje del líder cuando supo predecir lo que venía y buscó aferrar esta lucha en uno de los hombres de su altísima confianza, por eso Nicolás Maduro Moros está signado a continuar el rumbo de esta Revolución Bolivariana y cuenta con el respaldo irrestricto del pueblo. Es nuestro deber ayudarlo en la defensa de las premisas indicadas por nuestro Comandante Eterno.
Estamos con Maduro. Lo dice el pueblo, lo confirma el mundo, lo pidió desde su corazón nuestro Chávez. Seguiremos dignificando a los niños y niñas, a los ancianos, a las familias, continuaremos la lucha por la independencia que comenzó Bolívar y consolidó el Comandante Presidente… la lucha sigue porque CHÁVEZ VIVE.
@rangelgomez