Opinión / Noticias / Earle Herrera
La muerte de Leopoldo López a manos (o a tuit) de Leopoldo Castillo debe ser estudiada en las escuelas de comunicación. No lo harán, esas instituciones olvidaron la academia. Castillo culpa del “homicidio” a su fuente. El tema de la fuente transversaliza toda la carrera. Los viejos periodistas bromeaban que no había que confundir la fuente de información con la fuente de soda, mucho menos con la fuente de ingresos, pues el que pone la plata pone la noticia. O el muerto.
Ciudad CCS