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Foto: Archivo
Carlos Escarrá, como dijera su hija, Carolina, meses después de su partida, “tuvo una capacidad impresionante, al igual que el Comandante Chávez, de decirle al pueblo de manera sencilla aquellas cosas que son difíciles de entender”, con ese verbo característico de los académicos pero a su vez tan cercano al ciudadano de a pie.
Este político, profesor universitario, abogado, magistrado y diputado, profundamente militante de la causa revolucionaria y con una gran sensibilidad social, siempre mantuvo una misma línea en su práctica política.
Con apenas 13 años, Escarrá se incorporó a las filas del Partido Comunista de Venezuela, PCV, organización a la que perteneció por un cuarto de siglo. Egresó de la Universidad Católica Andrés Bello como abogado, además de obtener los títulos de politólogo y Magister en Derecho Administrativo e Historia, en la Universidad Central de Venezuela.
Formó parte de la Comisión Presidencial y la Reforma Constitucional. En 1999 fue nombrado Viceprocurador de la Procuraduría General de la República, y posteriormente magistrado del Tribunal Supremo de Justicia, cargos que compartió con su ejercicio docente.
En el 2005, Escarrá fue electo al Parlamento Nacional y más adelante, en el 2011, es nuevamente postulado y electo como diputado a la Asamblea Nacional por el estado Aragua, cargo que abandona -en agosto- para asumir la Procuraduría General de la República.
Su repentina muerte, el 25 de enero de 2012, a sólo cinco meses de haber asumido el cargo de abogado de la República, representó un duro golpe para el país por su profundo aporte a la Revolución Bolivariana.
RNV