Noticias
Foto: Archivo
La ausencia en el pasado simulacro electoral de la llamada Mesa de la Unidad Democrática confirmó que su plan es desconocer las instituciones venezolanas, en particular al Consejo Nacional Electoral (CNE), de cara a las próximas elecciones a la Asamblea Nacional del venidero 6 de diciembre, señaló este domingo el periodista José Vicente Rangel.
«La ausencia de la oposición en el simulacro ratifica la conjura que existe contra las instituciones nacionales, forma parte del paquete elaborado para vedar el proceso electoral. La oposición confirmó que esa conducta se suscribe en la decisión ya adoptada, de no reconocer otro resultado que no sea su victoria», alertó Rangel en su programa José Vicente Hoy, transmitido este domingo por Televen.
Rangel recordó que el simulacro del pasado 18 de octubre, en el cual participaron todos los partidos del chavismo agrupados en alianza en el Gran Polo Patriótico, se efectuó como un ejercicio de ciudadanía preparatorio para el 6 de diciembre.
Sin embargo, la oposición «una vez más demostró su temor y evidenció su precario poder de convocatoria y organización, aspecto esto que incrementa en sus dirigentes el pesimismo, a duras penas mitigado con la manipulación de las encuestas».
Mencionó que los cuestionamientos contra del Poder Electoral y específicamente contra su presidenta, Tibisay Lucena, forma parte de un plan, basado en campañas con voceros de la derecha internacional que difunde en el exterior que en Venezuela la falta de garantías en las elecciones.
«Tienen una campaña ordenada contra el órgano rector del país y comunican esos cuestionamientos al exterior, para que sus voceros allá, hagan opinión de que en Venezuela no va a haber elecciones libres y habrá fraude», resaltó.
En su programa, el periodista también divulgó en la sección Confidenciales, una medición Monitor País de la encuestadora Hinterlaces, en la cual se realizó un estudio etnogŕafico de observaciones directas en supermercados públicos y privados ubicados en el área metropolitana de Caracas.
El estudio, que se llevó a cabo durante el mes de octubre, muestra el perfil sociológico del bachaquero y define los diferentes estados que tienen los ciudadanos mientras hacen cola para adquirir todo tipo de productos.
La medición Monitor País diagnostica que los bachaqueros suelen asistir a los locales en grupos de más de tres personas, algunos llevan niños de entre 5 y 6 años, se mantienen en contacto vía telefónica con otros bachaqueros sobre establecimientos y productos, los cuales son transportados o guardados en maletas o bolsos de gran tamaño.
Hinterlaces expone que estas personas dedicadas a la venta usurera, prefieren las cadenas de supermercados del Estado porque allí tienden a conseguir mayor variedad de productos a precios subsidiados.
Rangel también definió los estados anímicos que más prevalecen entre las personas que optan a adquirir bien sea alimentos o medicamentos. En primer lugar la ansiedad, ocurrida por las interrogantes del consumidor acerca de la disponbillidad del producto y cuántas unidades puede adquirir.
El miedo, producto de las desconfianza que tienen hacia los demás y los rumores que circulan, lo cual crea un ambiente tenso e intranquilo. Posteriormente señaló que la frustración, nace por el malestar de no recibir un buen servicio o no encontrar el producto que los usuarios necesitan.
Explicó que un factor determinante es la rabia, originada por la desorganización en los establecimientos, lo que ocasiona conflictos entre los compradores contra los empleados. Por último, mencionó a la incertidumbre como una sensación de intranquilidad ante la ausencia de información sobre los artículos y cantidades disponibles, aunado a la falta de acompañamiento en el proceso de compra.
AVN