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Foto: AVN
En un informe, publicado el 30 de agosto, el experto independiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Alfred-Maurice de Zayas, afirmó que las medidas coercitivas unilaterales impuestas por gobiernos de Estados Unidos (EEUU), Canadá y la Unión Europea (UE) afectaron el desarrollo de la economía venezolana, dado que agravaron la escasez de medicinas y la distribución de alimentos.
En el texto, que resultó de una visita realizada entre el 26 de noviembre y el 9 de diciembre de 2017 a territorio nacional, desestimó la tesis de «crisis humanitaria», indicando que lo que existe es una crisis económica que no puede compararse con las situaciones experimentadas en la Franja de Gaza, Yemen, Libia, Irak, Haití, Malí, Sudán, Somalia o Myanmar.
Zayas afirmó que las guerras económicas no convencionales, aplicadas anteriormente contra Cuba, Chile, Nicaragua y Siria, buscan «hacer que sus economías fracasen, facilitar el cambio de gobierno e imponer un enfoque socioeconómico neoliberal con el fin de desacreditar a los gobiernos seleccionados».
A continuación, se presentan las claves del informe presentado por Alfred de Zayas sobre la situación económica de Venezuela:
– Las sanciones económicas son comparables con asedios medievales a ciudades con intención de obligarlos a rendirse, sin embargo, en la actualidad buscan doblegar a países soberanos.
– El bloqueo económico, aplicado en el siglo XXI, está acompañado de acciones de manipulación a la opinión pública a través de noticias falsas y relaciones públicas agresivas.
– Existe una inquietante campaña mediática que busca forzar a los observadores a una visión preconcebida de una crisis humanitaria en Venezuela.
En este sentido, señaló que «algunos consideran que determinados países no quieren una solución pacífica al conflicto venezolano y prefieren prolongar el sufrimiento del pueblo con la expectativa de que la situación alcance el umbral de una crisis humanitaria y provoque una intervención militar para imponer un cambio de régimen».
– Venezuela no figura en la lista de 37 naciones que actualmente viven una crisis humanitaria. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) emitió, en diciembre de 2017 y marzo de 2018, dos informes que ratifican esta condición.
– La aplicación de sanciones económicas obstruyen el acceso al financimiento externo y pagos internacionales, afectan el funcionamiento del aparato productivo y crean una reducción de la oferta de bienes y servicios locales.
– Las sanciones económicas contravienen las obligaciones de derechos humanos de los países que las imponen. El bloqueo ha causado retrasos en la distribución y han contribuido a muchas muertes. De este modo, apuntó que las medidas coercitivas pueden ascender a crímenes de lesa humanidad.
– Los efectos de las sanciones económicas desencadenaron el fenómeno de la migración a países vecinos.
– En paralelo a las sanciones, la situación económica de Venezuela también se ve afectada por la dependencia de la venta del petróleo y el efecto de la caída de los precios del crudo, así como por el efecto acumulativo de 19 años de guerra económica, aplicada contra los gobiernos del Comandante Hugo Chávez y Nicolás Maduro.
– La solución a la situación venezolana parte de las negociaciones entre el Gobierno y la oposición, el fin de la guerra económica y el levantamiento de las sanciones extranjeras.
AVN