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Las consecuencias de las medidas coercitivas unilaterales contra Estados soberanos, caracterizadas por restricciones a la economía, constituyen un crimen contra la humanidad, dado que se traducen en un «castigo colectivo» a la población, afirmó el periodista español Ignacio Ramonet.
Durante su intervención en el seminario Medidas coercitivas unilaterales y sus impactos, celebrado en la ciudad de Viena, en Austria, apuntó que las maniobras restrictivas son ilegítimas y el «arma caprichosa» de una política imperial que vulnera los principios del Derecho Internacional.
«Las sanciones matan. Son la guerra bajo otro nombre, pero con las mismas consecuencias. Son un crimen contra los derechos humanos», sostuvo Ramonet en la actividad que busca establecer un diagnóstico de las medidas coercitivas unilaterales, así como denunciar su impacto negativo en la autodeterminación de los pueblos.
El analista político precisó que más de 20 países del mundo enfrentan sanciones por parte de Estados Unidos (EEUU), nación que utiliza este instrumento para acelerar cambios de gobiernos.
«Ha llegado el momento de declarar ilegales las sanciones. Deben verificarse las consecuencias de las medidas coercitivas unilaterales y establecerse responsabilidades por su por su aplicación», agregó Ramonet.
El seminario internacional Medidas coercitivas unilaterales y sus impactos, organizado por las Misiones Permanentes de Cuba, Irán y Venezuela, eleva un mensaje de denuncia ante la imposición ilegal de sanciones coercitivas unilaterales y su pretensión de interferir en los asuntos internos y la soberanía de los pueblos.
AVN