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Foto: Archivo
El joven que tuvo la suerte de ser tocado por la bondad del comandante Hugo Chávez, Oliver Garzón, participó en el programa El Desayuno, para narrar el cambio en su vida desde aquel 2 de enero.
“Eso fue cuando yo estaba cansado de la mala vida, humillado por la sociedad. Le pedí a Dios que me mandara un ángel, que me diera una oportunidad. El 02 de enero apareció el Comandante”, dijo.
Garzón explicó que “cuando Casa Militar le dijo al Comandante por qué agarraba a ese muchacho sucio y hediondo, el Comandante dijo ‘ese muchacho es buena patria, ese muchacho es mi hijo, merece una oportunidad, en una fruta podrida hay una buena semilla’”.
Oliver fue enviado a Cuba a recibir tratamiento, regresó con su familia en Maracaibo. Luego recayó cuando supo de la enfermedad de Chávez pero, se levantó para no decepcionarlo y se integró a la Gran Misión Negra Hipólita con el plan Jóvenes del Barrio en el marco del plan Socio-Productivo.
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