Noticias / Memorias
Este domingo se cumplen 33 años de la desaparición física de Julio Cortázar, uno de los escritores que revolucionó las letras en América Latina desde los años 50, principalmente con sus relatos, aunque también dejó su huella en el campo de la novela y la poesía.
A su muerte, el autor de “Rayuela” dejó más de cuatro mil volúmenes en su biblioteca personal, entre ellas, algunas de sus obras incluso traducidas a otros idiomas.
Cortázar nació el 26 de agosto de 1914 en Bruselas, Bélgica. Fue reconocido mundialmente por revolucionar la escritura argentina y el activismo de la izquierda. Desarrolló su pasión por la literatura desde la infancia, y a pesar de que en su juventud no mostró interés por los procesos políticos que vivía el continente, terminó siendo un escritor revolucionario que ansiaba la dignidad de los pueblos en su lucha de liberación política y económica.
En 1981, en el Encuentro de los Intelectuales por la Soberanía de los Pueblos de Nuestra América, que tuvo lugar en la Casa de la Américas, manifestó que los intelectuales revolucionarios tenían el deber de “pulir el uso de la expresión para combatir eficazmente contra los enemigos externos e internos de los pueblos”.
Con el Mazo Dando