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Este 10 de diciembre se cumplen 220 años del asesinato de José Leonardo Chirino, el zambo falconiano responsable de la insurrección más grande contra la esclavitud, la injusticia y por la equidad.
Aunque el movimiento que lideró Chirino fue iniciado de forma local tuvo una repercusión en toda la nación, dada la trascendencia histórica que motivaba la lucha del zambo, inspirada también en la Revolución Francesa: la abolición de la esclavitud y la proclamación de la República.
José Leonardo Chirino fue hijo único de una indígena libre y de un negro esclavo perteneciente a una familia criolla. Se casó con una esclava llamada María de los Dolores con quien tuvo tres hijos.
En 1795, desde la hacienda Macanillas, en la serranía falconiana, región del occidente venezolano, levantó un movimiento con un conjunto de esclavos e indígenas también en pro de la supresión de los numerosos impuestos. Tras el fracaso de esta insurrección, Chirino fue perseguido y hecho preso por traición de un amigo en agosto del mismo año. La Real Audiencia de Caracas lo condenó a la horca y una vez ejecutada la sentencia el cuerpo de Chirino fue descuartizado el 10 de diciembre de 1796.
La gesta de profundas raíces sociales alcanzó la atención de las autoridades coloniales sobre las diferencias existentes y las injusticias, particularmente en lo tocante al cobro de impuestos a las clases humildes, generando que un tiempo después hubiese un carácter más humano en el cobro de los mismos.
La lucha de Chirino destaca como el primer movimiento pre-independentista de Venezuela, que abrió el paso para los movimientos de José María España y Manuel Gual, Francisco de Miranda y hasta para el de Simón Bolívar.
AVN