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Con la aprobación, por parte de la extinta Corte Suprema de Justicia, de hacer una nueva Constitución de la República murió el modelo político que hizo que Venezuela llegara a una crisis económica, política y social, y se echó a andar la Revolución Bolivariana.

El Comandante Hugo Chávez asumió por primera vez la Presidencia de la República el 2 de febrero de 1999 en el Congreso.

“La decisión de la Corte Suprema de Justicia ha acelerado el proceso y eso habrá que reconocerlo para la historia, porque todo esto que está ocurriendo en Venezuela, hora tras hora, compatriotas, día tras día, está quedando grabado para las páginas de la historia”, aseguró.

La Constitución “estaba moribunda y va a morir para que nazca otra. Tiene que morir y junto a ella el modelo político nefasto al que dio nacimiento en estos últimos cuarenta años. Eso tiene que morir (…). Acéptenlos todos y es necesario que muera, pero claro que, al mismo tiempo es necesario que nazca otro modelo”, indicó.

El objetivo de la Asamblea Constituyente –como lo explicó Chávez– fue político y se basó en la transformación de las bases del Estado, la creación de una nueva República y la relegitimación de la democracia.

Recibió una Patria herida

Chávez asumió el 2 de febrero de 1999 a Venezuela con 80% de pobreza, un déficit de casi 9 puntos del Producto Interno, un desempleo que apuntaba a 20%, casi un millón de niños en estado de sobrevivencia, 15% de los niños morían por desnutrición, 45% de los jóvenes adolescentes no estaban en la escuela secundaria y una carencia de viviendas de un millón y medio.

Por la crisis heredada de los gobiernos desde hace más de cuarenta años, “nuestra Patria hoy está herida en el corazón, nosotros estamos en una especie de fosa humana”, indicó Chávez.

El pueblo luchó con el voto popular y casi 60% de los venezolanos eligieron a Chávez como Presidente de la República. Por encima de la catástrofe inmensa que pasaba, el país vivió una verdadera resurrección con la llegada del Comandante al poder.

“Esa resurrección (…) es un pueblo que recuperó por su propia acción, por sus propios dolores, por sus propios amores, recuperó la conciencia de sí mismo y allí está clamando, en las afueras del Capitolio y por donde quiera que vayamos. Eso no tiene otro nombre que una Revolución”, afirmó ante el Congreso de la República.

Transformación revolucionaria

El líder de la Revolución proclamó una emergencia y para atacarla dio lineamientos. En el orden económico propuso una profunda reforma fiscal y adelantar el pago del Impuesto Sobre la Renta.

“Igual es urgente para nosotros, y esa es la otra dirección estratégica para transformar el modelo económico en el corto, en el mediano y en el largo plazo, es necesario –porque de esto se ha hablado mucho en Venezuela, pero no se ha hecho casi nada– diversificar la economía, impulsar el aparato productivo”, enfatizó.

Asimismo planteó “un proceso de desarrollo y dinamización de la producción nacional y un proyecto de estabilización macroeconómica”. Además, aseguró que el tratamiento prioritario y urgente de nuestra política exterior estaba orientado “en primera instancia hacia la fachada caribeña, hacia la fachada andina y hacia la fachada amazónica”.

Durante su discurso, Chávez instó a luchar por la Patria. “Yo llamo a los venezolanos a luchar todos para que tengamos Patria, para que tengamos una Venezuela verdadera, una democracia verdadera”, señaló.

Para finalizar recordó al Libertador Simón Bolívar cuando decía que “para formar un gobierno estable es necesario que fundamos el espíritu nacional en un todo, el alma nacional en un todo, el espíritu y el cuerpo de las leyes en un todo”. Por ello afirmó que “unidad, unidad, esa tiene que ser nuestra divisa”.

Diecisiete años después el presidente Nicolás Maduro ha convocado a un diálogo para desactivar los mecanismos vinculados a la especulación de la moneda y de los precios, así como al acaparamiento. “Unamos todos los Poderes Públicos, el Poder Popular, el poder más grande que debe haber en un país que es su conciencia histórica, para que Venezuela salga adelante y superemos las dificultades inmensas que hoy tiene nuestra Patria”, expresó

17 años de logros contra las adversidades

La llegada de Hugo Chávez al poder marca el inicio de la Revolución Bolivariana y la nueva concepción acerca de las políticas internas y externas. A pesar de las dificultades que atravesó el Gobierno del Comandante, como el paro petrolero de 2002, hoy siguen viéndose los frutos de su modelo político, social y económico.

Organismos internacionales indican aciertos: en 2005 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró a Venezuela como territorio libre de analfabetismo (Misiones Robinson, Sucre, Alma Mater, Cultura Corazón Adentro). El país cumplió las Metas del Milenio trazadas en 2004 por la FAO, en su lucha contra la pobreza crítica y el hambre. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Venezuela, indica que entre 2002 y 2010 disminuyó la pobreza 20,8% al pasar de 48,6% a 27,8%, y la pobreza extrema pasó de 22,2% a 10,7%. Y ese mismo organismo, en su informe del pasado diciembre, reconoce que las economías de América Latina y el Caribe tendrían un retroceso de 0,4% en promedio en 2015 y crecerán solo 0,2% en 2016, “impactadas por un complejo escenario externo”. Con guerra económica y la caída del precio del crudo, el aparato interno no se detuvo y gracias a la Gran Misión Vivienda Venezuela más de un millón de familias tienen techo propio. A ello se unen los pensionados, Madres del Barrio, Amor Mayor, Barrio Nuevo Barrio Tricolor, Negra Hipólita; entre otras, que deberá mantener e impulsar el presidente Nicolás Maduro.

CIUDAD CCS