Venezuela tiene una geografía rica en paisajes, que van desde las playas transparentes de sus costas, hasta los picos con nieve casi permanente, pasando por bosques tropicales y relieves sinuosos. Por eso es curioso que los versos que comienzan con Yo nací en esta ribera del Arauca vibrador, calaron a tal punto que hoy se considera al Alma llanera como el segundo himno nacional y un ícono de la nacionalidad.

La historia dice que fue un golpe de la fortuna el que esta melodía de Pedro Elías Gutiérrez llevara a la cúspide la canción compuesta por Rafael Bolívar Coronado. El autor de su letra se ausentó del Teatro Caracas, donde se presentó por primera vez, casi al terminar la obra, porque temía que el público lo pitara y lo humillara, tal y como lo relatara años más tarde el historiador Oscar Sambrano Urdaneta.

La zarzuela

La prensa caraqueña del 19 de septiembre anunció, en un recuadro de 2 columnas por 10 centímetros, que ese día, en el Teatro ubicado en la esquina de Veroes, en el centro de la ciudad, se escenificaría por primera vez la zarzuela llamada Alma llanera.

La zarzuela original se trataba de un montaje en un acto con escenas de la vida de las sabanas venezolanas a las riberas del Arauca, donde un joropero, de nombre Mamerto, deleitaría a los presentes con el uso de vocablos propios de la zona y mostraría en forma jocosa algunas de las costumbres de los pobladores de esa región.

La obra fue escenificada por la compañía de opereta de Manolo Puertolas, recién llegada a Caracas de una gira por varios países latinoamericanos, con participación de las cantantes Matilde Rueda y Lola Arellano, además de las actrices Emilia Montes y una señora de apellido Argüelles y los actores Rafael Guinán, Jesús Izquierdo y el mismo Puertolas.

Además, en la misma velada cultural se presentarían dos obras más: una de Leoncio Martínez (conocido como Leo), llamada El rey del cacao, y otra de Anán Salas, El Capitán Uñate, las cuales componían así un tríptico de teatro criollo para el disfrute de los presentes.

La música estaba compuesta por el maestro Pedro Elías Gutiérrez, compositor, contrabajista, militar y director de la Banda Marcial de Caracas desde 1903 hasta 1946. Esta institución era la única de carácter nacional con el nivel para poder interpretar zarzuelas, operetas y óperas en la época.

Rafael Bolívar Coronado era un joven perteneciente al grupo literario Culto a Osiris, quien, aparentemente, sufría de una gran timidez, la cual no le permitía presentarse ante el público como autor, lo que lo llevó a utilizar varios seudónimos para publicar sus obras, tanto en Venezuela como en España, donde vivió algún tiempo becado por el gobierno de Juan Vicente Gómez.

Era tal la falta de confianza en sí mismo que, dos años después del estreno, en el artículo “Las risueñas alumnas de la academia”, publicado en La revista (Venezuela), del 9 de enero de 1916, se atrevió a señalar: “De todos mis adefesios es la letra de Alma llanera del que más me arrepiento. En efecto, es esta mi página dolorosa; el hijo enclenque de mi espíritu, la cana al aire, la metida de pata. Amigos abandonados, por consolarme, dicen que su mediano estreno en el Teatro Caracas y su pavorosa ‘reprise’ en el Municipal, fueron culpa de los cómicos que la montaron, que eran muy malos. Pero a mí no me engañan esos cantos de sirena entonados por la amistad desgranada en piedades”.

“Es cierto que los cómicos eran malos (…) pero el libreto era ‘más peor’ y (…) la música fue lo que salvo la situación con su mezcla de risas y quejumbres del predio. El maestro Pedro Elías Gutiérrez me hizo un quite muy a tiempo”, acota el compositor.

La música

Pedro Elías Gutiérrez ya era un músico consagrado cuando tuvo en sus manos las letras de la zarzuela de Bolívar Coronado. A los 16 años, compuso su Marcha a María, de rápida aceptación en los medios eclesiásticos. A los 19, compuso su Sinfonía, la cual se acarreó la simpatía del presidente Juan Pablo Rojas Paúl, quien le ofreció una beca para que continuara sus estudios en Europa.

Gutiérrez declina el ofrecimiento presidencial por preferir quedarse en el país para cuidar a su madre viuda. Comienza su actividad profesional como músico, en la Banda Marcial del Distrito Federal, hoy conocida como Banda Marcial Caracas, como contrabajista en 1901, donde llega a ser director por el período comprendido entre los años 1909 y 1946.

Fue un destacado contrabajista, llegando a dominar, casi a la perfección, todos los instrumentos de cuerda. Entre sus creaciones destacan también Geranio, su gran vals compuesto en 1903, y Misa panamericana, estrenada en la Catedral de San Patricio, en Nueva York.

La inmortalidad

La popularidad de la pieza llevó a Pedro Elías Gutiérrez a realizar los arreglos correspondientes para que el Alma llanera fuese una pieza independiente para tocarla en las retretas que se realizaban en la capital de jueves a domingo de todas las semanas.

Fue así como el 31 de diciembre de 1914 el joropo Alma llanera sirvió de marco para despedir el año, quedándose como obra obligada de todos estos conciertos vespertinos. De allí en adelante su difusión fue una realidad en todo el país, quedando registrado que Ángel Chirinos y Egberto Chirinos fueron los primeros en grabar un disco con esta canción, en 1964, cuya popularidad se extendió luego por todo el mundo con arreglos de Aldemaro Romero y en las voces de cantantes de la talla de Alfredo Sadel, Plácido Domingo y Simón Díaz, entre otros.

Hoy en día el Alma llanera es de obligatoria ejecución por parte del Sistema de Orquestas Infantiles y Juveniles en sus presentaciones internacionales, así como también de la Orquesta Sinfónica Municipal y de todos los grupos académicos venezolanos.

Pedirán su declaratoria como segundo himno nacional

La Comisión Permanente de Cultura y Recreación de la Asamblea Nacional elevará el próximo martes un acuerdo para exhortar al Ejecutivo Nacional a declarar el Alma llanera como el segundo himno del país, a propósito de los cien años de su estreno mundial.

La información la dio a conocer la presidenta de la instancia legislativa, Gladys Requena, quien detalló que “el próximo 19 de septiembre (hoy) se cumplen cien años del estreno de esta pieza musical, obra de Rafael Bolívar Coronado, en su letra, y de Pedro Elías Gutiérrez, en su música”, informó AVN en nota de prensa publicada en su portal web.

La diputada señaló que esta iniciativa “es una manera de rescatar las tradiciones, la identidad y la cultura de nuestro país”.

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