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El 22 de enero de 1891, la comuna italiana de Ales vio nacer a uno de los más importantes intelectuales orgánicos del Siglo XX, el filósofo y teórico Antonio Gramsci, conocido por su gran aporte a la causa de los pueblos en contra del capitalismo y del fascismo.
La obra y pensamiento del revolucionario italiano es considerada una de las más importante de la corriente marxista del siglo XX. Cuadernos de la cárcel es considerado su trabajo más destacado, una serie de ensayos comprendidos en 33 volúmenes y 3 mil páginas de historia, filosofía, economía y estrategia revolucionaria, publicados tras su muerte en prisión, condenado a 20 años por la dictadura fascista de Benito Mussolini.
“Yo no quiero hacer el papel ni de mártir ni de héroe. Creo ser simplemente un hombre medio, que tiene sus convicciones profundas, y que no las cambia por nada en el mundo”, así se definía a sí mismo este extraordinario pensador, cuyo concepto de hegemonía contribuyó a definir la influencia de los medios de comunicación en las sociedades de masas, pero también de la escuela y hasta los centros de trabajo en la formación ideológica del pueblo.
Gramsci también definió una filosofía de la acción –filosofía, política e historia aparecen unidas-, que cree en la capacidad de intervención de los ‘intelectuales orgánicos’, que expresan el sentimiento silenciado u oculto de la sociedad a la que pertenece.
Con el Mazo Dando