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Foto: Misión Verdad
Quien es Coordinador Nacional del partido político más reaccionario y fascineroso de Venezuela (Voluntad Popular) y quien encarnó el talismán de la juventud guarimbera estilo MTV en los lapsos anteriores y posteriores a «La Salida», no hace ningún esfuerzo en ocultar (y aunque lo hiciera, nadie le creería)su línea directa con el Departamento de Estado (mediante la NED y la Usaid) y otras estructuras del gobierno norteamericano.
Ya había finteado, en su condición de presidente de la comisión permanente de contraloría de la Asamblea Nacional, con investigar los supuestos fondos de Pdvsa en la Banca Privada de Andorra (BPA). Decisión que no proviene del interés propio de Freddy Guevara, sino como parte de una línea política y mediática planificada y diseñada por el Departamento del Tesoro estadounidense, organismo gubernamental que filtró sin pruebas sólidas ni fuentes concisas una supuesta investigación judicial que realizaba de estos fondos durante el mes de marzo del año pasado.
Con esa finta, Guevara demuestra que también lo amamanta el Departamento del Tesoro estadounidense.
Hace tan sólo días Freddy Guevara dio un paso adelante proponiendo, nada más y nada menos, en conjunto con la comisión de energía y petróleo y de defensa, que el Estado venezolano pague las fraudulentas indemnizaciones bajo las cuales Exxon Mobil demandó a Venezuela ante el Ciadi (organismo judicial del Banco Mundial) por el monto de los 20 mil millones de dólares, por la legítima nacionalización que en año 2007 realizó el Comandante Chávez de sus activos petroleros ubicados en la Faja Petrolífera del Orinoco.
Freddy Guevara y Elías Matta, para no evidenciar (tanto) su relación con los intereses de esta corporación petrolera transnacional, encubren «la investigación» en un cúmulo de supuestas 74 compañías a las cuales no se les ha pagado sus indemnizaciones. Sin embargo, la defensa abierta e innegable de estos intereses corporativos también se expresan por la vía del ataque frontal a las negociaciones e inversiones conjuntas entre Pdvsa y la petrolera rusa Rosneft, estrategia que más allá de una simple «investigación parlamentaria» se encuentra enmarcada en una guerra geopolítica que sostiene Estados Unidos en contra de los países Brics.
Freddy Guevara es un número político importante para atacar desde el poder legislativo los activos e inversiones de Rusia y China en Venezuela, sean petroleros o no, siempre proyectando a beneficiar a largo plazo a las más portentosas trasnacionales petroleras estadounidenses que Guevara exige le sean honradas sus especulativas indenmizaciones y que puedan recuperar los enormes privilegios que les fueron arrebatados por el Comandante Chávez.
Freddy Guevara lo hacen soñar en grande desde el Departamento de Estado al contravenir incluso el fallo a favor de Venezuela en el Ciadi en 2014 en detrimento de las desproporcionadas indemnizaciones que exigía Exxon Mobil a Venezuela.
Esta alineación con grandes intereses petroleros transnacionales explica sin demasiado esfuerzo analítico las interesadas omisiones y falta de pronunciamientos que durante el calentamiento de la coyuntura por el diferendo territorial con Guyana, donde Exxon Mobil tenía sus tentáculos bien instalados, mostró Voluntad Popular y su Coordinador Nacional, Freddy Guevara.
No decir nada, hacerse los locos, y esquivar la firma del documento que la Asamblea Nacional de mayoría chavista suscribió en contra de estos intereses corporativos que se posicionaban en Guayana para arrebatarle territorio y recursos energéticos a Venezuela, define los ragos empresariales de la investigación parlamentaria de Freddy Guevara y sus damos de compañía en las otras comisiones.
Después se molestan y hacen berrinches en medios internacionales cuando Diosdado Cabello en Con el Mazo Dando los desenmascara y expone, conpruebas, videos y fotos en mano, de aferrarse al cordón umbilical que mantienen con el gobierno norteamericano y sus principales corporaciones petroleras.
Y los escuálidos creyendo que eligieron a una joven promesa venezolana que curaría la inflación y nos sacaría de «la crisis». Sí Luis.