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Por Eduardo Piñate R
Estamos cerca de la Navidad y quedan pocos días para que termine el 2019, un año en el que una vez más, fueron puestos a prueba el temple y la conciencia de nuestro pueblo. Cómo en los 20 años de Revolución Bolivariana en el poder, el enemigo imperialista, su corte de lacayos y lamebotas en Venezuela y el mundo creyeron que este era su año, que ahora si tenían el plan, los sujetos y las circunstancias propicias para derrocar el gobierno del hermano presidente Nicolás Maduro, destruir la revolución, fragmentar al país y recolonizar el continente.
El plan comenzó temprano, en enero, con el nombramiento de un dirigente de cuarta categoría en la oposición como presidente de la Asamblea Nacional en desacato y su auto nombramiento como «presidente de la república interino» el 23 del mismo mes, quién inmediatamente fue reconocido por EEUU, la UE y los gobiernos del grupo de Lima. Era el plan perfecto, con golpe de Estado e intervención militar extranjera incluidas para llevarnos a la guerra. En varios momentos (23 de febrero, 30 de abril y otras fechas) anunciaron la caída -ahora si, llegó el momento, se regodearon- y uno a uno se fueron desmoronando planes y supuestos liderazgos en la derecha.
Llegamos a diciembre, celebraremos la Navidad y el año nuevo en paz y siendo el país más estable del continente. El 2020 será un año de victorias políticas, recuperación económica y prosperidad de la Patria. Nosotros volveremos en enero. Feliz Navidad y próspero año nuevo. Seguimos venciendo.
Caracas, 21 de diciembre de 2019