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Foto: La Radio del Sur
Un grupo de la Misión del Organismo de Naciones Unidas (ONU) se encuentra en Colombia para iniciar el proceso de verificación del cumplimiento del acuerdo al cese bilateral del fuego y de dejación de las armas, suscrito en La Habana (Cuba) el pasado 23 de junio entre las Fuerzas Armadas Revolucionaria de Colombia – Ejército del Pueblo (Farc-EP) y el Gobierno de Colombia.
En declaraciones a Caracol Radio, la embajadora de Colombia ante la ONU, María Emma Mejía, informó este martes que 42 observadores del ente arribaron al país neogranadino, «con el fin de ir preparando todos los avances y todo lo que tiene que ver con la misión», dijo.
Asimismo, la diplomática colombiana recordó que aproximadamente llegarán 500 observadores, pues serán 350 militares no armados y 150 civiles de Argentina, Chile, El Salvador, Guatemala, México, Paraguay y República Dominicana, principalmente observadores de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
La verificación —cuyos costos serán asumidos por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas— se realizará también en presencia de representantes del gobierno (fuerza pública) y de las Farc-EP.
De acuerdo con las informaciones aportadas por Mejía, esta primera avanzada de observadores estará encargada en sí a definir la cantidad de especialistas que deberán incorporarse a esas labores teniendo en cuenta el número y tamaño de las zonas y campamentos establecidos para la dejación de armas, desde los cuales velarán, también, por el cumplimiento del consenso sobre la suspensión de acciones combativas, refiere Prensa Latina.
El acuerdo suscrito forja un nuevo camino para la paz de la nación neogranadina y, en ese sentido, contiene tres puntos esenciales para el fin del conflicto, entre ellos el cese de hostilidades y el definitivo alto al fuego bilateral, así como la dejación de armas por parte de las Farc-EP, que será verificado por la ONU, a través de su Consejo de Seguridad.
Con este acuerdo se espera poner el fin definitivo a uno de los conflictos armados internos más prolongados de la historia y la última en Latinoamérica. Esta guerra de más de 50 años ha dejado un número incalculable de víctimas y millones de desplazados.
En 2012 las Farc-EP y delegaciones del Gobierno colombiano comenzaron en La Habana los diálogos de paz, con el propósito de poner fin a este conflicto. Los acuerdos incluyen temas relacionados con la reforma rural integral, participación política y drogas ilícitas.
En dichos diálogos, los gobiernos de Cuba y de Noruega actúan como garantes del proceso de paz, mientras que Chile y Venezuela hacen lo propio en calidad de acompañantes.