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Irán Aguilera
@irancaritero
Un nuevo aire toma la política con los acuerdos del diálogo nacional promovido por presidente Nicolás Maduro, acuerdos que se concretan en importantes decisiones de Estado: designación de un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) y convocatoria a elecciones de una nueva Asamblea Nacional (AN), en donde ya prestos -muy activos- participan todos los actores del amplio espectro democrático del país.
Sin embargo, quienes han hecho de la antipolítica un negocio privado para lesionar los más sagrados intereses de la Nación -sectores apátridas que se han conformado en mafias criminales atrincheradas en el robo descarado, ejecutores de todo tipo de traición a la Patria al servicio del imperio estadounidense- persisten en dinamitar ese proceso que busca consolidar la estabilización del país en paz y en democracia, como lo aspira el pueblo venezolano.
Uno de los blancos de los ataques arteros que hacen los enemigos de la Patria sigue siendo la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). No le perdonan que sus mujeres y hombres fueron quienes los derrotaron en la Batalla de los Puentes y en el intento de invasión mercenaria del 3 de mayo, así como en otros momentos duros de la violencia guarimbera-terrorista. La FANB se ha reafirmado al fragor de la actual confrontación histórica como “una institución antiimperialista y antioligárquica”, como dice el general Vladimir Padrino López.
El presidente Maduro, en el acto de los ascensos y de la graduación conjunta de 1.083 oficiales y técnicos realizado en Fuerte Tiuna el pasado 7 de julio, resaltó el papel que desempeña la FANB en la defensa y preservación de la paz, la soberanía y la estabilidad del país, “…ha ganado la batalla contra el imperialismo feroz que ha conspirado para dividir a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana”. Es el sentir de un país que milita de manera consecuente y activa en la formidable unión cívico-militar, en el camino del comandante Hugo Chávez.
Cualquiera que con honestidad observe el asedio que el Gobierno de Estados Unidos y sus aliados subalternos de Europa y América Latina hacen contra Venezuela, con la colaboración de la oposición servil a ese poder imperial, y si se preguntara: ¿Por qué tanto poder y maldad no ha podido derrocar al presidente Maduro? La respuesta la encontrará en la elevada conciencia política y en la organización lograda por el pueblo venezolano en 21 años de Revolución Bolivariana, en donde la FANB es la columna fundamental.
Barcelona / Edo. Anzoátegui