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Alberto Lovera
Para este miércoles está prevista la exhumación de los restos de Alberto Lovera, profesor y dirigente del Partido Comunista de Venezuela (PCV), quien fue torturado, asesinado y cuyos restos intentaron desaparecer en el mar durante el gobierno de Raúl Leoni (1964-1969).
El cuerpo de Lovera se encuentra en el Cementerio General del Sur, en Caracas, junto a uno de sus compañeros de lucha, Argimiro Arrieta, quien también fue perseguido y muerto por los gobiernos de Acción Democrática (AD) y Copei.
En entrevista concedida a Ciudad Caracas, Alberto Lovera hijo explicó que el propósito de esta exhumación es que se pueda reabrir el caso del asesinato de su padre.
Recordó que en 1965 el extinto Congreso, en manos de AD y Copei, mostró apatía por el caso de su padre. No obstante, hace dos años formuló la denuncia nuevamente y ahora la Comisión por la Justicia y la Verdad, encargada de investigar las violaciones de los derechos humanos por razones políticas entre 1958 y 1998, sigue la causa judicial.
El fiscal José Vicente Saavedra es quien lleva este caso que, además, es supervisado por la directora de Derechos Fundamentales del Ministerio Público, María Mercedes Berté.
Alberto Lovera, quien fuera secretario general del PCV, fue interceptado el 18 de octubre de 1965 por una comisión de la Dirección General de Policía (Digepol) del gobierno adeco de Raúl Leoni, en la urbanización Las Acacias, en Caracas. El 27 de octubre fue localizado su cadáver por unos pescadores, mientras flotaba en las playas de Lecherías, en el estado Anzoátegui.
Su cuerpo mantuvo las huellas de la tortura de la que fue víctima y apareció flotando en el mar a pesar de llevar una cadena y un pico en el cuello.
«Pensaron que era un holandés. Como mi papá era blanco, pensaron que era un marinero, así que lo enterraron en el cementerio, en una tumba sin nombre», contó su hijo.
Tras las investigaciones realizadas por sus familiares y por el dirigente de izquierda José Vicente Rangel, quien para 1965 era diputado, se demostró que el director de la Digepol por aquellos días, J.J. Patiño González, ordenó la ejecución de Lovera.
Lovera hijo explicó que su padre pudo ser reconocido porque tenía la mano izquierda y se le tomaron las huellas.
Añadió que su familia desea que se sepa la verdad de los delitos de terrorismo de Estado cometidos en la década de 1960.
Lovera fue uno de los más de 2.000 militantes desaparecidos por el gobierno de Raúl Leoni y su aparato de «seguridad», encabezado por el ministro de Relaciones Interiores, Gonzalo Barrios, la Digepol y una fiscalía cómplice, en ese momento a cargo de Antonio José Lozada Rivero.
AVN 26/06/2013 11:12
Comentarios
¿Que pasó con JJ Patiño? ¿Está preso? ¿Se murió?. Este caso fué llevado ante la CIDH?. ¿Cuanto pagó el gobierno por indemnizacion a sus familiares?. PIENSO QUE LLEGO LA HORA DE HACER VERDADERA JUSTICIA. LA DEMAGOGIA CON LOS MUERTOS SE LAS DEJAMOS A LOS ADECOS DURANTE LA IV REPUBLICA.
EL NOMBRE DE RAUL LEONI DEBE SER ELIMINADO DE CUALQUIER CALLE, AVENIDA, PLAZA O EDIFICIO PUBLICO. EL FUE EL PINOCHET VENEZOLANO.
LOS CRIMENES DE LESSA HUMANIDAD NO PRESCRIBEN Y TODOS LOS CRIMINALES IDENTIFICADOS CON ESTAS MUERTES DEBEN PAGAR COMO TODAVIA LO HACEN CON LOS NAZIS …
Honor y Gloria al Camarada Alberto Lovera Los que mueren por la vida no pueden llamarse muerto VIVA ALBERTO
Eso fue muy habitual acá, en la dictadura de Pinochet, lo que no obsta para considerar que lo de ALBERTO LOVERA es siniestramente doloroso…
¡ Hasta la Victoria, Siempre !
Juan Bautista Gatica
Santiago de Chile
República de Amnesia
Suramérica
La verdad siempre aparecerá como aparece el sol en la oscurana, es una deuda que tenemos con nuestros mártires quienes entregaron su vida en la defensa de las ideas revolucionarias. Honor y gloria para el camarada Alberto Lovera y respeto a sus familiares por haber soportado tanto dolor.. QUE VIVA LA REVOLUCIÓN
Hasta cuando se va a hablar de justicia y de aclarar la verdad, si aún quedan por allí de esos verdugos y hasta se rien de estas publicaciónes porque segun a ellos ya no les pueden hacer nada por estar viejos y delicados de salud.