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MOSCÚ (Sputnik) — Las sanciones unilaterales de Estados Unidos contra Venezuela son inadmisibles, especialmente en el contexto de la estabilización política que se ha observado tras las elecciones a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), declaró la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova.
«Rechazamos rotundamente las sanciones unilaterales contra los Estados soberanos; las medidas de presión financiera sobre Venezuela y el presidente Nicolás Maduro, anunciadas en días pasados, fueron impuestos por Washington luego de que en ese país surgieran indicios de una relativa estabilización política tras las elecciones a la ANC», dijo Zajárova en un comentario publicado este 28 de agosto por la Cancillería rusa.
La representante del ministerio constató en particular que después de las elecciones a la Constituyente disminuyó la intensidad de las protestas callejeras y se esbozó un cronograma de las futuras votaciones, incluidos los comicios presidenciales y de gobernadores.
Además, el Gobierno dio pasos para entablar un diálogo con la opositora Asamblea Nacional (Legislativo unicameral), que lamentablemente fueron rechazados por los líderes parlamentarios «radicales», añadió Zajárova.
«En estas condiciones las anunciadas sanciones sectoriales contra los sectores financiero y petrolero de Venezuela obviamente van dirigidas a agravar la desequilibrada situación en el país y los problemas económicos», manifestó.
Las medidas restrictivas, continuó, instigan a los «irreconciliables» que consideran posible realizar sus aspiraciones políticas solo a través de la destitución del Gobierno venezolano.
Zajárova calificó de «cínicas» las acciones de los que promueven las sanciones a Caracas.
Recordó que, según han declarado altos cargos de EEUU, la Administración del presidente Donald Trump baraja endurecer su política hacia Venezuela, incluido un eventual uso de la fuerza en caso de que la situación en el país caribeño empeore.
«Surge la pregunta: ¿cuál es entonces el objetivo de las actuales sanciones de EEUU? ¿acaso beneficiarán la economía venezolana?», cuestionó.
Para la portavoz de la Cancillería rusa, «es obvio que la propia lógica de las sanciones contempla la perspectiva de un aumento de la tensión».
Asimismo, la portavoz de la Cancillería rusa declaró que las sanciones que EEUU acaba de imponer a Venezuela no impedirán a Moscú fomentar su cooperación con Caracas.
La diplomática, citada en un comunicado de la Cancillería rusa, reiteró la disposición de Rusia a «contribuir a la solución (de la crisis) en Venezuela en función de la dinámica de la política interna en ese país».
Zajárova indicó que Moscú «analizará cuidadosamente las secuelas de las sanciones impuestas por EEUU y su posible repercusión en los intereses de Rusia y de sus empresas».
«Pero ya ahora es obvio que no podrán afectar nuestra disposición a desarrollar y fomentar la cooperación con la amiga Venezuela y con su pueblo», dijo.
La diplomática reiteró la disposición de Rusia a «contribuir a la solución (de la crisis) en Venezuela en función de la dinámica de la situación política interna en ese país».
«Estamos convencidos de que no existe alternativa a unas negociaciones pacíficas y responsables dentro del campo del derecho y sin intervención externa», subrayó.
Destacó que «todo lo que se hace fuera de estos marcos está encaminado a minar el orden constitucional en Venezuela y provocar mayores perdidas para los ciudadanos de este país».
La diplomática agregó que todas las acciones externas dirigidas a desestabilizar la situación en Venezuela «no pueden beneficiar a la gente común en Venezuela sean cuales sean sus preferencias políticas».
«Es necesario lo contrario: contribuir a poner en marcha un diálogo entre todas las fuerzas políticas del país a fin de crear las condiciones para recuperar la situación económica», recalcó.
El pasado 25 de marzo el presidente de EEUU, Donald Trump, firmó una una orden ejecutiva con un amplio paquete de sanciones financieras y económicas contra Venezuela.
Las medidas prohibieron las transacciones y acuerdos financieros con el Gobierno de Venezuela y con la corporación petrolera estatal venezolana PDVSA dirigidas a la administración del presidente Nicolás Maduro, a la que Washington califica de «dictadura», tras la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente.
Maduro repudió que se califique a su Gobierno de dictadura y aseguró que se trata de un invento de la oposición a la cual responsabilizó de las dificultades que deba enfrentar el pueblo venezolano ante estas sanciones «ilegales».
El mandatario venezolano solicitó al Tribunal Supremo de Justicia y a la Constituyente iniciar un procedimiento por traición a la patria contra quienes pidieron que Venezuela fuese sometida a sanciones económicas.
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