Opinión / Noticias

18.Oct.2021 / 04:09 pm / Haga un comentario

 

Jimmy López Morillo

Hay gente que suele llegar tarde a todas partes, tal vez por razones de formación familiar o por malos hábitos adquiridos en el camino, lo cual no necesariamente genera efectos perjudiciales en un colectivo, si se trata de personas comunes y corrientes.

El problema, sin embargo, adquiere perniciosas dimensiones cuando quienes padecen tan mala costumbre ocupan cargos públicos, y todavía más cuando llevan toda la rimbombancia de un título como el de Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Políticas de Seguridad.

Por supuesto, nos referimos al inefable Josep Borrell, quien días atrás emitió unas declaraciones con las cuales demostró, seguramente por su formación monárquica, que está llegando con 529 años de retraso a la cita con la historia. En su condición de súbdito de la muy depauperada corona española, puede interpretarse como un símbolo de soberbia y una descomunal ignorancia autoinducida.

Palabras más, palabras menos, en su servil empeño por atacar a nuestra patria, el susodicho dijo a los cuatro vientos que será la “Misión de Observadores” del muy declinante viejo continente, en representación del aporreado tarantín de la UE, la que dará o no “legitimidad” a las elecciones regionales pautadas para celebrarse en Venezuela el venidero 21 de noviembre.

El susodicho no pudo contener su verborrea y, muy al estilo del “Chavo del 8”, también se le “chispoteó” que la verdadera “misión” de sus “observadores” será la de respaldar a las oposiciones, preferiblemente las más fascistas.

No fue casualidad que tal cantidad de metralla colonialista la disparara Borrell apenas días antes del nefasto 12 de octubre, en  el cual hace 529 años llegaron sus paisanos a exterminar a nuestros pueblos originarios, en un genocidio al que desde ese desvencijado continente europeo continúan llamando “descubrimiento”, cuando en realidad se trató de la matanza de cientos de millones de seres humanos, víctimas de una sangrienta invasión.

Desde su monárquica obsesión, el diplomático pretende erigirse por encima de la única y legítima autoridad reconocida por la Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela en materia comicial, el Consejo Nacional Electoral, el cual detenta la exclusiva potestad legal para decir si es o no válido un proceso de este tipo en nuestro país.

Para Borrell, la autoridad única es él, seguramente por mandato divino no de ese cachivache denominado Unión Europea, sino de sus verdaderos amos, los genocidas de Washington, quienes en  realidad mueven los hilos de toda la criminal trama urdida en contra del pueblo venezolano.

El “descubrimiento”

De esa manera, el titular del rimbombante cargo llega con extremo retraso a esta cita con la historia, una pelusa de poco más de cinco siglos, y como si estuviéramos en tiempos de un “descubrimiento” que no fue tal, de forma soberbia y arrogante proclama desde sus concepciones ancladas en un muy lejano pasado, que son ellos quienes determinan lo válido o no en Venezuela.

Borrell parte del concepto de que como producto de tal “descubrimiento”, por estos pagos continuamos atados a la monarquía en la cual él aún vive y desde la que hace ya largo tiempo  nos imponían hasta la forma de gobierno.

Bajo la concepción ya no digamos injerencista, sino colonialista del citado diplomático, nosotros no deberíamos tener un Presidente electo de manera libre y democrática por la gran mayoría del pueblo venezolano, como actualmente lo tenemos, sino un Capitán General designado no por Felipe no sé qué cuántos –su “rey” actual-, sino por el emperador de turno instalado en la Casa Blanca, ante el cual se postra ahora la lastimera monarquía española.

Por eso, muy bien podemos adelantarnos a lo que será el proceder de los “observadores” de la UE para las elecciones del 21-N. El libreto ya les fue escrito desde Washington, como todas y todos sabemos: cantarán “fraude”, independientemente de que se ha probado hasta la saciedad lo confiable de nuestro sistema electoral y la transparencia del proceso comicial.

Por supuesto, saltará Josep Borrell a “deslegitimar” las elecciones y a soltar toda su incontinencia verbal en contra del “rrréeegggimen” y la “dictadura”, sin ningún tipo de sorpresas para nadie. La “chuleta” ya se la enviaron desde predios washingtonianos.

Como él anda con tanto retraso en lecciones de historia, sería muy bueno que lanzara una miradita a un acontecimiento ocurrido exactamente hace 200 años: el momento en el cual en el glorioso Campo de Carabobo nuestros libertadores, con nuestro padre Simón Bolívar al frente, echaron a patadas de estas tierras no solamente al imperio español, sino a cualquier potencia extranjera que pretenda dominarnos.

Tal vez así descubra las razones por las cuales, al amanecer del lunes 22, una gigantesca ave le será pintada por la gran mayoría de las venezolanas y los venezolanos, como explícita respuesta a sus convicciones colonialistas pobladas de telarañas.

 

Hacer un comentario.




Los comentarios expresados en esta página sólo representan la opinión de las personas que los emiten. Este sitio no se hace responsable por los mismos y se reserva el derecho de publicación. Aquellos comentarios que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto y/o que atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, este sitio se reservará el derecho de su publicación. Recuerde ser breve y conciso en sus planteamientos. Si quiere expresar alguna queja, denuncia, solicitud de ayuda u otro tema de índole general por favor envíe un correo a contacto@psuv.org.ve