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Foto: Referencial
La nueva Asamblea Nacional, conformada mayoritariamente por parlamentarios pertenecientes a la Mesa de la Unidad Democrática, culminó este 15 de diciembre un año de trabajo con balance nulo pues su condición de desacato y desapego a la constitución los ubicó como la institución mas irresponsable de Venezuela.
El balance presentado por los parlamentarios es tan nulo como ellos, ninguna de las leyes aprobadas tienen validez y su único logro ha sido fortalecer al chavismo. Así como la oposición venezolana no asistía a las sesiones para cumplir su trabajo con el pueblo, las veces que fue, solo buscaron aprobar leyes que les favorecían personalmente o a grupos empresariales financistas de sus conspiraciones, como es el caso de la nefasta Ley de Amnesia Criminal y el texto propuesto por Julio Borges para privatizar la Gran Misión Vivienda Venezuela (Gmvv).
Asimismo, intentaron pagarse y darse el vuelto con la aprobación de una supuesta Ley de Referendos, que pretendían aplicar para pasar por encima de la normativa del Consejo Nacional Electoral (CNE). Definitivamente la vagancia y viveza caracterizaron la actuación de los parlamentarios de la MUD, quienes no hicieron nada en todo el 2016 para beneficiar al pueblo pero si hicieron mucho para promover políticamente la imagen de algunos líderes de la tolda, que a pesar de que no trajo buenos resultados pues todos estos dirigentes perdieron credibilidad, sacrificaron un año en el parlamento que pudo haber sido para beneficio del pueblo.
Con un total de 37 sesiones sin quórum y un estatus de desacato, la Asamblea Nacional cierra un año de fracasos.
Lechuguinos