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Aun cuando la Defensoría del Pueblo hizo un llamado a la paz y a evitar acciones de violencia, este miércoles la derecha ecuatoriana saldrá a marchar en Quito, capital ecuatoriana, retomando así las acciones desestabilizadoras que el pasado jueves dejaron un saldo de al menos 81 policías heridos a causa del lanzamiento de piedras, palos y objetos contundentes.
Con estas acciones la derecha continúa sin escuchar los llamados realizados por el presidente Rafael Correa, quien en reiteradas ocasiones ha invitado al diálogo nacional y a deponer las acciones violentas.
“El paro fue un fracaso, pero aún debemos liberarnos del chantaje de ciertos grupos que quieren mantener al país como su rehén. Inaceptable que en siglo XXI se cierren vías como forma de protesta”, expresó recientemente el presidente Correa, reseña Telesur en su portal web.
Ante esta situación de desestabilización, organizaciones sociales han expresado su rechazo a las acciones violentas y han dejado en claro el apoyo irrestricto a las políticas implementadas por el presidente Rafael Correa y a la Revolución Ciudadana, que han profundizado la justicia social en el país.
En las últimas semanas, el Gobierno del presidente Correa ha enfrentado hechos de violencia promovidos por sectores golpistas que se manifiestan en contra de la reforma de la Ley de Redistribución de la Riqueza (Ley de Herencias) y de Ganancias Extraordinarias (Plusvalía), cuyo objetivo es profundizar la redistribución de la riqueza y la equidad social, y que solo pechará al 2% de la población de la nación suramericana, que son dueños del 90% de las empresas y del poder económico de Ecuador.
El Ejecutivo anunció el retiro temporal de esta reforma y llamó al debate nacional de la normativa; sin embargo, el mandatario ecuatoriano denunció recientemente que grupos violentos seguirán intentando desestabilizar la nación a través de acciones terroristas, buscando de esta manera provocar un golpe de Estado en contra del Gobierno constitucional.
AVN