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Los nuevos mecanismos para la unidad latinoamericana y caribeña constituyen un equilibrio para avanzar colectivamente hacia el bienestar y la justicia social, en medio de las terribles crisis del capitalismo depredador, expresó este lunes la canciller de la República, Delcy Rodríguez.
«A pesar de un siglo de saqueo y dominación imperial, el siglo XXI no nos encontró esclavizados, nos encontró en batalla por la liberación, la soberanía, el derecho de construir nuestro propio futuro, y por la independencia definitiva de la Patria Grande», indicó Rodríguez durante su intervención en la sesión extraordinaria convocada por la Organización de Estados Americanos (OEA).
La canciller, además de denunciar la naturaleza injerencista de la OEA, indicó que desde su creación ha sido utilizada como mecanismo de presión y chantaje a las naciones soberanas para favorecer los intereses y el poder hegemónico de los Estados Unidos de Norteamérica.
En este sentido, destacó la importancia del surgimiento de nuevos mecanismos de integración regional al calor de los procesos de transformación social impulsados por gobiernos y líderes revolucionarios para profundizar los lazos políticos, de cooperación y de solidaridad entre los pueblos de Latinoamérica y el Caribe.
«Frente a ese modelo, surgen como una esperanza en el horizonte para la integración y solidaridad de los pueblos la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Alternativa Bolivariana para los Pueblos-Tratado de Comercio de los Pueblos (Alba-TCP) y PetroCaribe. Lo que la OEA no pudo construir en diálogo genuino entre los países, en cooperación y solidaridad internacional, ha sido reivindicado por estos novedosos mecanismos, que expresan el espíritu del nuevo mundo pretendido por el Libertador Simón Bolívar», expresó Rodríguez.
AVN