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Foto: @Defensoria_Vzla
Con la firma de la declaración por la no intervención y la autodeterminación de los pueblos, suscrita en respaldo a Venezuela por 63 países en el marco de la 36° sesión ordinaria del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), estas naciones ratificaron la soberanía como un derecho fundamental, expresó este lunes el defensor del Pueblo, Alfredo Ruíz.
La declaración fue suscrita por naciones como Ecuador, Rusia, China, Pakistán, Bolivia, Nicaragua, Argelia, Irán, India, Egipto, Sudáfrica, Angola, Etiopía, Nigeria, Arabia Saudita, Vietnam, El Salvador, Jordania, Filipinas, Surinam, Haití, San Vicente y Granadinas.
«Es una declaración sobre la no intervención, sobre el derecho de los pueblos a la autodeterminación, es decir, a tomar sus propias decisiones, su propia forma de organizarse y de relacionarse sin intervenciones extranjeras», indicó Ruíz, quien refirió que en medio de la espiral de violencia vivida entre abril y julio de este año, el Estado venezolano actuó en defensa de la estabilidad de la nación y el respeto a los derechos humanos.
En esa tarea intervino la Defensoría del Pueblo, que actúa como órgano mediador para la oportuna respuesta del Estado, a fin de garantizar que las instituciones «sepan que tienen una responsabilidad de funcionar adecuadamente para atender las necesidades de la comunidad», indicó en entrevista concedida a Unión Radio.
Venezuela, país receptor de inmigrantes
Con respecto a la migración de venezolanos, usada como bandera para cuestionar la estabilidad del país suramericano, el Defensor informó que no se puede considerar a la nación como territorio de emigrantes. Por el contrario, «Venezuela es un país receptor según Naciones Unidas, es un país de acogida. Hay gran cantidad de personas que acuden por turismo u otras razones. El flujo de las personas que entran es mayor que el que sale».
En ese sentido, indicó que hay sectores que han entorpecido «la resolución de conflictos, el espacio de entendimiento y al fallar esto comienza a perderse la esperanza», lo que incide -en su opinión- en los jóvenes de clase media, quienes deciden salir del país porque «comienzan a pensar que no tendrán futuro».
Al respecto, instó a promover el diálogo como espacio de encuentro y entendimiento, para desmontar las matrices que pretender opacar las posibilidades de crecimiento que ofrece el país.
AVN