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El avance de la pandemia del nuevo coronavirus, denominado COVID-19, reabre las heridas de división en la Unión Europea (UE).
La pandemia del COVID-19 ha puesto en riesgo el futuro de la Unión Europea. Las tensiones que iniciaron por la débil respuesta del bloque al coronavirus, se han agravado por las decisiones unilaterales de los estados miembros.
El caso de Hungría llama más la atención. El Parlamento húngaro autorizó al primer ministro, Viktor Orbán, a gobernar por decreto. Una decisión que la Unión Europea considera una puñalada por la espalda.
Además, la Unión Europea está cada vez más dividida entre los partidarios y detractores de un plan económico conjunto para paliar los efectos del COVID-19. Italia, España y otros 7 países proponen la emisión de coronabonos, mientras Alemania y los Países Bajos la rechazan. El ministro holandés de finanzas, Wopke Hoekstra, admitió la falta de empatía con los países europeos del sur. Pero siguió rechazando la creación de eurobonos especiales.
Italia, el país europeo más afectado por el coronavirus, es escenario de una campaña contra Bruselas. El presidente de Lombardía, Attilio Fontana, el epicentro del COVID-19 en Italia, afirma que la Unión Europea es un proyecto fallido.
La crisis del coronavirus mostró una vez más la desintegración de la Unión Europea, que sufrió a principios del año un megagolpe con la salida británica. Ahora ve en peligro su espíritu de creación.
Hispantv