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El Congreso de Brasil decidió suspender una sesión extraordinaria en la que se pretendía expresar solidaridad con las protestas que se desarrollan en nuestro país y repudiar al gobierno legítimo de Venezuela, a razón de los recientes escándalos de corrupción en los que se ha visto envuelto el presidente de facto del país carioca, Michel Temer.
Se esperaba la participación de legisladores y políticos de todo el continente y un acto de cierre con el opositor Julio Borges ofreciendo declaraciones de primera mano sobre la realidad nacional, pero las recientes acusaciones contra Temer han echado por tierra las aspiraciones de la derecha internacional, ya que para este encuentro se dieron cita representantes de Argentina, Colombia, Chile, Guayana, Estados unidos, España, Italia, Portugal, entre otros.
Entretanto, Temer ya ha dicho que no renunciará a su cargo, por lo que es posible que esta reunión para vilipendiar al gobierno venezolano va a tener que esperar. «No renunciaré. Destitúyanme si quieren, pero si me retiro, estaría admitiendo culpa», sostuvo Temer en días pasados.
“Ahora mismo no hay clima para esa discusión”, afirmaron algunas fuentes oficiales del Congreso brasileño.
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