Opinión / Noticias
Nueva Esparta y todo el Oriente de Venezuela están de fiesta porque este 1° de septiembre, con la tradicional ceremonia de la bajada de la Virgen, iniciaron las festividades en honor a nuestra hermosa Virgencita del Valle.
Y es que aunque este año, cuando se cumplen los 109 años de su coronación canónica, estamos obligados a celebrar tan importante fecha para todos los margariteños bajo estrictas medidas epidemiológicas por la pandemia del Covid-19, nuestra fe y el amor que le tenemos se han fortalecido, y desde cada uno de los hogares de los miles de feligreses que la seguimos, la estamos adorando.
Son muchas cosas las que tenemos que agradecer a la Patrona de Oriente, en especial por ser nuestra guía y estar siempre a nuestro lado dándonos fuerzas para vencer cualquier adversidad que se presente. A ella, nuestra Virgen Bonita, nuestro profundo agradecimiento.
En estos momentos, cuando tanto apoyo necesitamos, le pedimos especialmente por la salud y recuperación de los neoespartanos, los venezolanos y todos los que han sido afectados por el virus en el mundo. Que nos dé mucha fortaleza y conciencia para saber afrontar esta enfermedad de la mejor manera salvaguardando nuestra vida y la de nuestros familiares.
También por el bienestar de nuestro pueblo pescador y acuicultor, esos hombres y mujeres que se encomiendan a ella antes de zarpar y lanzar la red para iniciar sus faenas; y los miembros de la Armada, que se mantienen firmes protegiendo a nuestro pueblo desde nuestros mares, para que como su Patrona los guíe y bendiga enormemente.
Por otra parte, clamamos ante ti Virgencita para que reine la paz y la misericordia en el país y especialmente en Nueva Esparta. Para que haya entendimiento y como hermanos podamos resolver cualquier diferencia por la vía del diálogo.
Sin duda alguna eres milagrosa Madre y por ello te ruego que nos sigas iluminando y protegiendo con tu manto sagrado. A ti nos encomendamos. Contigo siempre. Bendícenos adorada Virgen del Valle. Abrazo para todos.
Dante Rivas