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No va a volverse abrir la frontera desaforadamente, para que los grupos poderosos del norte de Santander sigan con sus prácticas que perjudican a ambas naciones.

El diputado a la Asamblea Nacional (AN) Freddy Bernal (PSUV-Distrito Capital) señaló este martes en una entrevista, que el cierre de la frontera era una necesidad, pero a su vez, consideró que la ejecución de la medida, llegó con un poco de retraso.

Esto, debido a los elementos de juicio, los cuales venía señalando que en la zona del norte de Santander, Ureña y San Antonio, se habían establecido una especie de crimen organizado, con mafia y delincuencia común, aseguró el parlamentario.

Del mismo modo dijo: “estructuras mafiosas que se estaban alimentando de 3 elementos económicos: el narcotráfico, el contrabando de gasolina y el contrabando de extracción, ocasionando en el estado Táchira, desabastecimiento, colas, criminalidad desatada, entre ella, la explotación sexual de niñas, asesinato, sicariato, cobro de vacuna a los comerciantes y ganaderos decentes que trabajan en la zona”.

Por lo tanto, una vez que el Gobierno realizó un análisis de la situación, el Presidente Nicolás Maduro, decidió extender la Operación de Liberación del Pueblo (OLP) al estado Táchira, teniendo como resultado, la nulidad de colas en las estaciones de servicios de gasolina, así como la existencia nuevamente de productos de alimentación y aseo personal en el estado.

“El cierre de frontera deja como ganancia, tranquilidad, paz, sosiego; incluso, el índice de criminalidad ha bajado”, reveló.

El diputado Bernal, reconoció que en la frontera hay gente de nacionalidad colombiana humilde y honesta, pero en medio de ellas, estaba insertado el paramilitarismo, el narcotráfico y el sicariato. Además, estas personas se encontraban en una franja de fronteras que por razones de las leyes de seguridad de Estado, no pueden estar pernoctando ciudadanos extranjeros y ningún tipo de comercio.

Recordó que en la frontera colombo-venezolana, hay una realidad y una dinámica cultural que ha existido históricamente entre San Antonio del Táchira, Ureña, Villa del Rosario, La Parada y Cúcuta, así como un número importante de colombianos que trabaja en Venezuela y algunos venezolanos que tienen comercio en el vecino país. Entendiendo esa realidad, aseguró que el Gobierno va a comenzar a flexibilizar progresivamente, pero con controles.

Es decir, “no va a volverse abrir la frontera desaforadamente, para que los grupos poderosos del norte de Santander no sigan con sus prácticas, perjudicando a colombianos y a venezolanos” resaltó.

Indicó, que no se escuchará a los colombianos que hacen vida en la frontera, hablar mal de los paramilitares, ni se encontrará a una señora humilde diciendo que su niña era explotada sexualmente y mucho menos, a un campesino expresar, que eran utilizados para hacer prácticas mafiosas porque los “asesinan”, argumentó Bernal.

“Esta es parte de la razón, por la cual, no se observa en los canales internacionales ningún testimonio de estas personas, porque en Colombia los paramilitares los “descuartizan” los asesinan, tanto al que habla como a toda su familia”.

Estas prácticas tienen más de 30 años, por lo tanto, el diputado Freddy Bernal subrayó que jamás se verán testimonios en contra de los paramilitares, pero a su vez, dijo, no tener dudas que la inmensa mayoría de Colombianos, honestos, trabajadores y decentes que hacen vida de este lado de la frontera, están alegres y celebran que el Gobierno del Presidente Maduro, haya decidido poner orden en un frontera “que siempre será una frontera de hermandad, de intercambio, pero con controles y bajo la vista de las leyes venezolanas”.

Dos resoluciones que fomenta el contrabando en la frontera

Para que la situación de la frontera no se repita, el diputado consideró la presión desde el punto de vista diplomático, porque del lado de Colombia, “se hacen la vista gorda”, señalando que existen dos resoluciones que fomenta esa situación.

La resolución número 8 en su artículo 75 legaliza a los cambistas, considerados por Bernal, como un grupo de mafiosos, la mayoría paramilitares en el norte de Santander, que todas las noches fijan el precio de la moneda y van, desvalorizando la moneda venezolana, para comprar más productos subsidiados por el Gobierno venezolano con el fin de su contrabando.

Otra resolución fomentada en su tiempo por Álvaro Uribe Vélez, es a través de una empresa denominada Pacific Rubiales, destinada al rubro petrolero, en la cual participa, Huberto Calderón Berti y Luis Giusti, la cual le colocó un impuesto a la alcaldía de Santander, con la finalidad de poder venderle la gasolina a EcoPetrol.

Al respecto consideró, que la tranquilidad en la frontera, depende del Presidente Santos, partiendo de la derogación de estas dos resoluciones y continuar con las medidas desde Venezuela.

“Este es un problema de dos y la exigencia no puede ser solo para Venezuela, mientras que el contrabando, el delito y el negocio, está en manos de mafiosos del lado de Colombia”.

Finalmente dijo, que el gobierno venezolano está esperando de buena manera la colaboración por parte del Presidente Santos, “como hermanos que somos para que vuelva la tranquilidad a esa franja que siempre hemos tenido”.

Prensa AN