Noticias
El 28 de abril de 2002, el Presidente Hugo Chávez manifestó que el proceso de diálogo que abría en ese momento con sectores de oposición que le habían dado un golpe 17 días antes, debía regirse por la verdad y la ética.
«Esa reflexión, ese diálogo, ese debate debe ser impulsado. Pero debe llevar en su esencia algo que es fundamental para que el diálogo sea constructivo: la verdad; diálogo con la verdad y claro que no hay una verdad, diálogo cada quien defendiendo su verdad; pero diálogo con ética, sin puñales detrás de la espalda. No se trata del diálogo de los tahúres, no se trata del diálogo de las mafias que están dialogando pero con la ametralladora aquí abajo escondida o el puñal aquí en la cintura. No se trata del diálogo de los vaqueros de las películas, se trata de un diálogo del corazón, de la ética, de la moral, un verdadero diálogo», reflexionaba Chávez, en el programa Aló, Presidente 102, transmitido desde el Salón Andrés Bello, de la residencia presidencial, La Casona.
El líder de Revolución Bolivariana ratificó que el camino constitucional es el necesario para dirimir las diferencias y para encausar la pugna política. «Hay que reconocer que nosotros tenemos una constitución nacional, legítima, esa es la regla fundamental para que podamos coexistir pacíficamente», sostuvo.
Desde el programa, Chávez llamó a construir «el espíritu de la reconciliación nacional. Venezuela no puede seguir enfrentándose los unos a los otros. Mantengamos nuestras diferencias, bueno como una familia», dijo.
Sobre los sucesos del 11 de abril, que días atrás habían roto el hilo constitucional, detalló que la movilización opositora que amenazaba con llegar a Miraflores desde la sede de Petróleos de Venezuela, en Chuao (ahora sede de la Universidad Naciones Experimental de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana), era sólo parte de un plan desestabilizador.
«Me doy cuenta que el problema no era la marcha, un poco más tarde ya me doy cuenta que lamentablemente teníamos varios muertos y había disparos, francotiradores, pero entonces el problema más grave comenzó a trasladarse del epicentro de la marcha y la violencia desatada allí al sector militar, ya yo tenía la certeza de que lo que venía era el golpe militar», recordó.
El golpe se mantuvo apenas por 48 horas, debido a la respuesta democrática del pueblo que tal día como hoy, 13 de abril, pero de 2002, salió a las calles a exigir la vuelta de Chávez.
Al ser devuelto al poder político, el presidente Chavéz hizo un llamado al diálogo nacional, con la incorporación de los factores de oposición, incluso con aquellos grupos ligados a la desestabilización.
Sobre esto, el comandante dijo: «Regresamos a llamar, a enarbolar las banderas de paz, de reconciliación. Yo le pido a Dios que estas mis palabras lleguen al alma de todos, hasta de mis más enconados adversarios y que nos convenzamos todos que el juego tiene que respetarse para que podamos jugar en paz. Para que Venezuela pueda marchar en paz».
Desde entonces, el llamado del Gobierno bolivariano se ha centrado en el diálogo como mecanismo de interacción de los diferentes sectores de la sociedad venezolana para la construcción de la Patria.
AVN