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La diputada Blanca Eekhout, segunda vicepresidenta de la Asamblea Nacional, señaló este martes que los planes desestabilizadores de la oposición venezolana se remontan a abril de 2002, cuando dieron el golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez.
«Los miembros de la derecha planificaron el secuestro y asesinato del presidente Hugo Chávez, presidente constitucional, electo por el pueblo; en ese entonces habíamos reafirmado el compromiso por la construcción de una patria nueva y grande donde cabemos todos», dijo la parlamentaria durante la sesión en el Palacio Federal Legislativo.
Sostuvo que la oposición quería asesinar al mandatario y, por tanto, desde aquel momento ya tiene antecedentes muy claros, por lo que «no es de extrañarse que quiera atentar ahora contra la vida del presidente Nicolás Maduro».
Recordó que los planes de la derecha no salieron como lo tenían previsto, dado que el pueblo buscó al Comandante.
«La derecha no se conformó con el golpe al Presidente, sino que preparó el golpe petrolero acompañado de 65 días llamando a la guerra civil a través de los medios de comunicación, era un golpe dirigido a poner de rodillas al pueblo, pero una vez más la conciencia, la paz, el deseo de construcción de una patria nueva detuvo ese ataque en el que perdimos más de 20 mil millones de dólares», enfatizó.
Eekhout dijo que el llamado a la guerra siguió y no descansaron hasta conseguir el asesinato del fiscal Danilo Anderson, quien develaría información sobre el golpe de Estado.
«Lo mataron varias veces porque antes de su muerte física ya habían comenzado una campaña de descrédito, dado que él iba a develar lo que había detrás del golpe y a los actores del mismo», subrayó.
La diputada destacó que esos mismos personajes que han generado guerras mediáticas y económicas «son los mismos que han traído mercenarios de Colombia, Estados Unidos o países árabes para que ataquen al pueblo y lo llenen de sangre».
Acotó que los grupos de la derecha querían desatar la guerra y la violencia, generando un clima de zozobra en la población, por lo cual quemaron sedes del Partido Socialista Unido de Venezuela, de la cadena de Mercado de Alimentos (Mercal) e instituciones públicas, «y el pueblo supo derrotar una vez más esos intentos de desestabilización».
«Esos golpistas merecen ser castigados, no pueden quedar impunes; la oposición merece tener una dirigencia distinta, no estar regida por líderes fascistas influenciados por la injerencia imperial que buscan vender a la patria», aseveró.
Dijo que la ultraderecha, aliada con sectores políticos norteamericanos, quieren que la patria se llene de muerte, violencia y dolor. «Uno de los ataques más recientes y brutales fue el asesinato del camarada Eliézer Otaiza, quien fue torturado para llenar de pánico a la población».
«Necesitamos un pueblo capaz de tener misericordia, que no se burle del prójimo, que entienda que el otro es su hermano y hermana, y por tanto sepa respetar y valorar la vida», añadió.
AVN