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24.Abr.2017 / 01:57 pm / Haga un comentario

Foto: Misión Verdad

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1. Las agresiones contra Venezuela pasan por su principal motor financiero

Siendo Venezuela un país exportador de petróleo, con las mayores reservas del mundo, el mayor activo para el ingreso de divisas (un 95% aproximadamente) es la empresa estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), considerada el corazón económico de Venezuela.

Con el destape informativo en torno al espionaje a Pdvsa por parte de Estados Unidos (2015) se inauguró una nueva etapa de agresión y hostigamiento foráneo al corazón económico venezolano, y que ha venido escalando en operaciones mucho más agresivas como el intento de frustración del canje de bonos de Pdvsaen el último trimestre de 2016. El objetivo es volver imposible un endeudamiento de la petrolera estatal, el ingreso de inversiones a su caudal productivo, bloquearla de facto en los mercados financieros y, como consecuencia, debilitarla para dar el salto final sobre ella y de retruque sobre Venezuela.

2. ¿Cuánto ha pagado el Estado venezolano en deuda durante los últimos años?

En Venezuela existe una política de compromiso con los pagos a la deuda externa acumulada, con miras al saneamiento financiero del país y la recuperación económica planificada por el chavismo.

En noviembre del año pasado el presidente Nicolás Maduro informó que el Estado venezolano había cancelado más de 60 mil 375 millones de dólares desde 2014: $23 mil 084 millones en 2014; $20 mil 557 en 2015; y $ 16 mil 734 en 2016. Más 183 millones de dólares en el último año por concepto del pago de intereses en deuda de los compromisos internacionales.

«Somos el único país del mundo que paga 60 mil millones de dólares, que es un porcentaje altísimo, que tienen solvencia absoluta financiera, política, institucional, moral, y las calificadoras de riesgo criminales le aumentan el riesgo país» a Venezuela, dijo el Presidente en aquel momento. A esto hay que agregarle los 2 mil 557 millones de dólares pagados en abril de 2017, la primera tanda con la que se complementó el servicio de deuda correspondiente a la República y a Pdvsa.

3. Manipulación del riesgo país de Venezuela

Esta clara muestra de solvencia, responsabilidad, compromiso y de sólida estabilidad financiera no importa a los ojos de los que orquestan las agresiones económicas contra Venezuela.

En el manipulado mercado financiero, es más valioso el capital informativo que el capital económico. Lo que importa es lo que se diga financieramente sobre Venezuela, no realmente lo que ostenta. Es por ello que las calificadoras de riesgo, meros instrumentos de la oligarquía financiera global, aumentan el riesgo país de Venezuela (el más alto del mundo) y califican negativamente la solvencia económica de la República. El banco que establece el riesgo país de Venezuela es JP Morgan, institución financiera que se aprovechó de un bloqueo de pagos de Citibank para lanzar una alarma de default en el mercado de bonos, la cual afectó sensiblemente la credibilidad financiera de la estatal Pdvsa.

Venezuela

Venezuela posee una deuda muy inferior al total de su PIB (42%) y cumple al pie de la letra todos sus compromisos internacionales (importaciones, pagos de bonos emitidos por la República, etc.). Sin embargo, las calificadoras de riesgo dotan a Venezuela de calificación CCC- (caso Standard and Poor’s), es decir, riesgo económico de no pagar lo que debe. Y este análisis no pasa por el estudio sistemático del flujo interno de divisas, o el estado de las cuentas nacionales de la República, simplemente apelan al dólar paralelo (justificado por sicarios financieros apoyados por el FMI) y a la manipulación de registros financieros con fines políticos.

4. Wall Street y el fraude financiero a través de sus calificadoras de riesgo

Tanto el FMI como el Banco Mundial son los estamentos que rigen a las calificadoras de riesgo, así también una asociación de banqueros y de fondos de inversión de alto riesgo están detrás de Moody’s, Standard & Poor’s y Fitch.

Goldman Sachs, Deutsche Bank, JP Morgan, Bank of America, Citizens Financial Group, Citi Group, son grandes bancos asociados a las calificadoras, así como los fondos de inversión SAC Capital Advisors y Soros Fund Management. Es decir, Wall Street (Nueva York) y la City (Londres) están detrás de las agencias de calificación financiera del resto de los Estados y empresas del planeta.

No sólo contra Venezuela han manipulado el riesgo país que tiene como objetivo aislar a la nación y su principal activo, Pdvsa, de inversiones y organismos financieros, países como Zimbabue y Bolivia reciben bajas calificaciones como parte de la guerra global por conseguir forzosamente contracciones económicas en países no alineados a la política exterior estadounidense.

Asimismo, cuando Estados Unidos cayó en recesión financiera durante 2008, las acciones inmobiliarias de Lehman Brothers tenían calificación AAA. Durante la corrida bancaria se demostró que dichas acciones eran activos basura, es decir, que no valían nada en la economía real, contrario a lo que emanaba de estas calificadoras. Estados Unidos, paradójicamente, tiene una deuda que supera el 100% de su PIB, lo que supone un severo problema económico.

5. El sabotaje sistemático de la AN

A las agresiones financieras desde el exterior contra Venezuela se suman los sistemáticos intentos de sabotaje por parte de la Asamblea Nacional (AN), desde que la MUD es mayoría en el parlamento, para que el Estado venezolano no efectúe decisiones soberanas con respecto a canjes de bonos, financiamiento internacional y formaciones de empresas mixtas.

Debido a que la oposición venezolana apuesta por el colapso económico del país, ya que su capital político se debe precisamente a ello, los operadores de la oposición se han encargado tanto en el exterior como a lo interno de llamar la atención a los principales bancos y corporaciones globales de construir un relato en torno a la poca capacidad del Estado de poder cumplir con los compromisos económicos y financieros de la República.

Al intento de torpedear el mencionado canje de bonos de Pdvsa en 2016 por parte de la AN, se le suma la apuesta por boicotear cualquier convenio de formación de empresas mixtas con petroleras rusas como Rosneft y el proceso de monetización de reservas en oro por parte del Estado venezolano para ampliar la captación de divisas y así poder invertirlas en mayores importaciones y financiamientos en diversos sectores productivos del país.

6. Guerra de petroleras por mercados y recursos

Dada la existencia de un plan global para destruir empresas que son emblemas y sostenes económicos de ciertos países (los casos brasileños de Petrobras y Odebretch son paradigmáticos), para luego privatizarlas bajo el mandato corporativo gringo, Venezuela fortalece los hilos financieros que sostienen la capacidad comercial y económica de Pdvsa con el pago de la deuda externa y otras acciones pertinentes en el área.

Antecedentes recientes y visibles de este plan son la megaoperación de inteligencia aplicada a la petrolera Petrobras, las sanciones a Gazprom y Rosneft bajo la excusa de la guerra en Ucrania y la intervención rusa en Siria, que en el Congreso «casualmente» fueron financiadas por Exxon Mobil y Chevron (dos petroleras con el ojo puesto, también, en Venezuela), entre otros ejemplos análogos a lo que sucede contra Pdvsa, sobre todo porque Exxon Mobil busca apropiarse del petróleo del Esequibo utilizando a Guyana como cabeza de playa.

La guerra contra Pdvsa es global y las maniobras financieras en su contra constituyen un recurso de presión central para extremar las condiciones del golpe de Estado continuado contra Venezuela, basado en el asedio económico sobre la población y las empresas sostén del Estado venezolano, al igual que sucedió en Brasil (base económica del golpe parlamentario) y como es proyectado en Rusia bajo el desarrollo de las sanciones. Las corporaciones petroleras y la élite financiera hacen política intentando recuperar su preciado botín.

Misión Verdad

 

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