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En diversos puntos de la avenida Libertador de Caracas, durante la concentración convocada por la autodenominada Mesa de la Unidad (MUD) este martes, grupo de activistas atacaron física y verbalmente a los efectivos de seguridad del Estado que resguardaron los accesos hacia el centro de la ciudad.
Los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y la Policía Nacional Bolivariana (PNB) que conformaron los cordones de seguridad dispuestos para proteger la integridad de los ciudadanos, incluidos los propios manifestantes, fueron objeto de insultos, agresiones físicas y provocaciones que buscaban generar escenas violentas, necesarias para completar la narrativa mediática que la derecha nacional proyecta hacia en el exterior, que asegura que Venezuela sufre una «ruptura del orden democrático».
Las provocaciones se intensificaron frente al exhorto de algunos oficiales que pidieron a los dirigentes de oposición llamar a la calma y la no agresión a las fuerzas de seguridad, que cumplen con su deber en la protección de los espacios públicos y la paz. Al mismo tiempo, los efectivos recibieron llamados mantener la calma y no caer en estas provocaciones.
En un intenso forcejeo, avivado por los discursos agresivos de algunos diputados y dirigentes de la derecha presentes en la concentración, los manifestantes lograron romper uno de los cordones de seguridad para avanzar hacia el oeste de la ciudad, en dirección al centro -donde al mismo tiempo se desarrollaba una concentración de pueblo revolucionario- y se encontraron con otra barrera de efectivos de la GNB.
En ese momento aparecieron grupos -en su mayoría integrados por personas con rostros tapados- que traían piedras y botellas para lanzarlos a la GNB, que empleó gases lacrimógenos para disuadir a los violentos.
Los grupos de choque actuaron de forma coordinada: rompían trozos de cemento de espacios públicos para obtener piedras, tumbaron ramas de árboles e intentaron trancar la calle con desechos sólidos en cuestión de minutos.
AVN