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Foto: Archivo
El vicepresidente Ejecutivo, Jorge Arreaza, resaltó este martes la unión cívico-militar entre los funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y el pueblo tachirense frente a las acciones violentas y vandálicas que han tenido lugar en la entidad andina desde finales de enero.
«La PNB y la GNB desarrollaron una acción impecable de desmontaje de focos y barricadas en paz, con el apoyo del pueblo de San Cristóbal», escribió a través de su cuenta en Twitter, @jaarreaza.
Arreaza señaló que luego de las acciones tomadas por los Gobiernos nacional y regional para frenar estos hechos violentos en Táchira, «compatriotas que estuvieron secuestrados por los violentos durante 40 días nos llaman y escriben desde San Cristóbal, felices y agradecidos».
A través de la referida red social, el vicepresidente recordó que las guarimbas de la ultraderecha en San Cristóbal «incluían cobro de ‘vacunas’ a los transeúntes. Típica práctica de paramilitares».
Este lunes, el ministro para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, expresó que las fuerzas de Seguridad del Estado y las instituciones públicas trabajan en la recuperación de la tranquilidad del estado Táchira.
«Hemos venido trabajando intensamente para llevar la paz a los ciudadanos tachirenses», dijo Rodríguez Torres.
Para combatir la violencia y el terrorismo en ese estado occidental, el 6 de marzo el Gobierno Nacional instaló en la referida entidad la Conferencia Nacional de Paz.
Es de destacar que en fecha 25 de marzo, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), sancionó al entonces alcalde de San Cristóbal Daniel Ceballos a cumplir 12 meses de prisión y al cese en el ejercicio de su cargo por desacatar el amparo constitucional del 12 de marzo que lo obligaba a impedir guarimbas en su jurisdicción.
Ceballos no garantizó el orden público y la paz a los habitantes de su municipio. Incluso, aupó públicamente las acciones de grupos violentos que han causado la muerte de 39 personas en todo el país, en ataques que incluyen desde la colocación de guayas en arterias viales para degollar motorizados hasta tiros de gracia a quienes intentan liberar vías bloqueadas.
AVN