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“Es una situación dramática la que vive desde hace décadas nuestra hermana y querida República de Colombia y esta situación ha generado nada más y nada menos que la presencia por desplazamiento de más de 5 millones 600 mil colombianos, y pueden ser más, que han decidido venir a Venezuela como única opción de vivir con dignidad”.

De esta manera resumió el Vicepresidente Jorge Arreaza a más de 70 embajadores, encargados de negocios y representantes de organismos internacionales que conforman el Cuerpo Diplomático en Caracas, sobre la grave realidad interna de Colombia.

Desde la Casa Amarilla, sede de la Cancillería  Bolivariana en Caracas, el Vicepresidente junto al Defensor del Pueblo, Tareck William Saab, informó ampliamente a los diplomáticos del mundo, para que conozcan la realidad de lo que está ocurriendo en la frontera, cuya verdad se intenta desvirtuar en los medios colombianos y hasta las autoridades de esa nación.

“Nosotros en Venezuela estamos construyendo el socialismo y en Colombia existe el capitalismo, que respetamos, pero hay una contradicción fuerte”, advirtió Arreaza a los diplomáticos, a quienes explicó que los casi 6 millones de colombianos residentes en territorio venezolano, algunos indocumentados o tramitando sus papeles, incluso, pueden utilizar el sistema de salud gratuito, las escuelas bolivarianas y universidades, sin ninguna restricción y gozando de los mismo derechos que tienen los venezolanos.

“Algunos muchos fueron desplazados no solo por la violencia sino por el sistema económico liberal en Colombia, que se parece a la de Venezuela de 1989, cuando había anaqueles llenos de productos pero no hacía falta hacer colas porque la mayoría no tenía con qué comprar”, manifestó Arreaza sobre la situación socioeconómica durante la Cuarta República.

Comentó que ahora, producto de diversas variables políticas, Venezuela está bajo ataque de una Guerra Económica que explotó en las fronteras, generando una crisis humanitaria por contrabando de todo tipo de productos venezolanos, sumado al conflicto interno colombiano, a la violencia paramilitar y el narcotráfico procedente de Colombia.

Recordó que antes del cierre soberano de la línea fronteriza en Táchira, los venezolanos y hasta colombianos residentes en los municipios nacionales estaban obligados a ir a Colombia a comprar los productos alimenticios, de higiene, medicinas y cualquier rubro básico subsidiado por Venezuela, pero vendido 100 veces más caros.

“El gobierno de Colombia se comprometió a que todo lo que decomisara de productos de contrabando sería devuelto y no han enviado ni siquiera un paquete de arroz”.

“Arroz, aceite, harina, en las calles de Colombia, miles de vendedores informales. A la gasolina venezolana le cobran un impuesto municipal y departamental, es decir, legalizan el contrabando de extracción de gasolina, es decir sacan ingresos de la ilegalidad. Eso es inadmisible”.

“No puede haber leyes en Colombia que legalicen el contrabando de extracción de Venezuela, que digan que hasta 10 mil dólares las penas son menores”, reclamó.

El Cuerpo Diplomático le fue explicado que desde hace años Venezuela está pidiendo a Colombia que revise su politica monetaria, porque tienen dos tipos de cambio para la moneda venezolana, algo ilegal. “Están desangrando a la economía venezolana por esa vía”.

Acotó Arreaza que el presidente Santos ha estado 3 veces en Cúcuta en solo una semana, a raíz del cierre de fronteras, pero exigió que el mandatario haga más, y traslade batallones de la fuerza pública para combatir a los grupos paramilitares, realice operativos de seguridad y levante planes de vivienda, salud y alimentación para su propia población.

“¡Ojalá Santos visite con más frecuencia la frontera y desarrolle planes de seguridad, vivienda, empleo!”, manifestó.

Gobierno de Colombia no hace nada contra paramilitares:

“Necesario es que el gobierno de Colombia tome control de su territorio, no nos corresponde a nosotros, no somos corresponsables de la realidad interna en Colombia (…) Hemos hecho coordinaciones puntuales y hemos  avanzado en algunas cosas pero, de verdad-verdad no ha mostrado la verdadera voluntad política”, denunció.

Arreaza indicó a los embajadores que Venezuela ha hecho de todo para impedir la presencia de paramilitares colombianos, ha capturado y deportado a más de 32 capos que habían ingresado hasta al oriente venezolano y ha destruido trochas ilegales. En la frontera, se ha descubierto una fosa común donde estos delincuentes habían sepultado a 13 cadáveres, incluso niños.

Denunció Arreaza que las falsas desmovilizaciones de paramilitares en Colombia, han originado un fenómeno que impacta en Venezuela y el gobierno colombiano debe asumir su responsabilidad.

Estado colombiano tiene causa abierta en la Corte Penal:

Arreaza advirtió a los embajadores que el Estado colombiano tiene una causa abierta en la Corte Penal Internacional por permitir violencia de paramilitarismo y no investigar fosas comunes con restos de colombianos, por demanda introducida por ONG de esa nación.

“No fue Venezuela, sino ciudadanos colombianos y a pesar de lo que hemos vivido hemos encontrado paramilitares en Anzoátegui, en Maracay, en Barinas y sin embargo, a pesar del sufrimiento en la frontera sin acceso a la alimentación, al combustible, a la tranquilidad, nosotros jamás hemos hecho un escándalo de eso y trata ahora Colombia de generar una matriz”.

Repudió las campañas de rumores para crear miedo, desesperación y odio “y han puesto una cámara en la Plaza Bolívar de Bogotá para que los ciudadanos colombianos expresen su odio contra Venezuela y el presidente Maduro. ¡Un espectáculo!”.

Recordó que Venezuela ha acogido con generosidad a millones de desplazados y por este éxodo sin precedentes la población venezolana tiene 20% de ciudadanos que proceden del vecino país, hecho que no existe en ninguna otra nación del continente.

Reafirmó que tras el cierre de la frontera, el Gobierno Bolivariano ha establecido un corredor humanitario para que 350 escolares registrados puedan cruzar la línea en cómodos autobuses y se ha pedido a los empresarios la nómina de sus trabajadores que viven en Cúcuta para autorizar su paso.

“La verdad, hemos hablado con la verdad pura. Es la información que le hemos dado a los embajadores”, resumió.

“Estamos dispuestos a seguir trabajando y seguir tomando las medidas de autoridad requeridas”, afirmó, insistiendo que Venezuela continuará protegiendo a los venezolanos y los residentes de otros países, desnudando las mentiras que desde el exterior tratan de mostrar otra realidad, y construyendo una verdadera frontera digna y de paz para todos.

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