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El 18 de septiembre de 1954, Venezuela vio partir a uno de los artistas más relevantes del país en el siglo XX, el «Maestro de la Luz Tropical», Armando Reverón, autor de más de 500 obras con el mar y la belleza femenina como principal inspiración.
El artista plástico falleció en el Sanatorio San Jorge de La Guaira, cuando se encontraba trabajando en una exposición que había anunciado el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas.
Desarrolló gran parte de su carrera artística en el Litoral del país, donde vivió junto a su musa y esposa Juanita Ríos, periodo en el cual este período adoptó hábitos primitivos y desvinculados de la ciudad pudiendo ampliar una percepción más profunda de la naturaleza.
Se estima que fue autor de casi 600 piezas entre pinturas, dibujos, objetos y sus famosas muñecas de trapo.
La vida bohemia en la que vivió eternamente Armando Reverón, le permitió a este genio de la pintura realizar una obra que hoy en día es reconocida por todos los críticos de arte a nivel internacional, rompiendo los moldes clásicos de la pintura venezolana.
Con el Mazo Dando