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Prensa PSUV.- Este miércoles el primer mandatario regional Alexis Ramírez fijó posición luego de conocer la nueva arremetida política que contra Venezuela ha perfilado la oposición venezolana, representada por la mayoría derechista de la Asamblea Nacional y que en la persona de Luis Almagrosecretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) pretenden, de manera fraudulenta, violentar la soberanía de la patria de Simón Bolívar al querer aplicar la Carta Democrática de esa instancia.
“La MUD y sus lacayos internos y externos no podrán doblegar la moral y la ética revolucionaria, y menos por apátridas que de manera descarada y abrupta pretenden suplantar funciones que sólo tiene el ejecutivo nacional a través de nuestro presidente constitucional Nicolás Maduro”, dijo.
Ramírez explicó que con la intensión de activar la Carta Democrática Interamericana la oposición busca acordar la suspensión temporal de Venezuela del ejercicio de su derecho de participación en la OEA, y peor aún la posible intervención de fuerzas militares extranjeras a tierras venezolanas. Sin embargo, para que esto suceda se requiere el visto bueno de dos tercios de los Estados que conforman la Organización (34 países).
“En Venezuela no existe ninguna situación fáctica que encaje o se subsuma bajo los supuestos de hecho establecidos en la Carta porque no existe una ruptura o alteración del orden constitucional, tal como lo pretenden hacer ver la derecha apátrida que hace vida en la Asamblea nacional y que Almagro se presta o se vende para tales fines”, aseguró.
“Han pasado más allá de los límites, ellos creen que el pueblo venezolano se va a intimidar, pero por el contrario esa operación fraudulenta lo que hace es unificar nuestra militancia, incluso a la misma oposición sensata que no quiere por nada del mundo, verse pisoteado por la bota extranjera de ninguna potencia imperial”, reiteró Alexis Ramírez.
Es preciso mencionar que la Carta Democrática de la Organización de Estado Americanos (OEA) es un mecanismo que se aplica en el caso que se produjera una ruptura del proceso político institucional democrático o del legítimo ejercicio del poder por un Gobierno democráticamente electo como es el caso venezolano, que eligió de manera democrática a Nicolás Maduro como su presidente constitucional.