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El 25 de agosto del año 2012 el Complejo Refinador de Amuay fue objeto de una criminal acción de sabotaje que generó una gran explosión en el área de almacenamiento; ésta dejó 55 muertos y 156 heridos.
El siniestro fue en la península de Paraguaná, municipio Los Taques del estado Falcón, dejando daños materiales, viviendas y negocios de la zona.
Tras pasar tres años del suceso, el Gobierno Nacional a través del Ministerio del Poder Popular para el Petróleo y Minería, organizó un Comité de Investigación que descubrió que el origen de la falla en la refinería fue un sabotaje deliberado contra uno de los sistemas más críticos del bloque 23, que dio lugar a una fuga descomunal de olefina (hidrocarburo).
Las investigaciones fueron muy minuciosas, contaron con la ayuda de más de 25 expertos en el área técnica, más los funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y Ministerio Público. El sabotaje consistió en aflojar ocho espárragos de una bomba 2601 ubicado al sur del bloque 23, esto ocasionó la noche del 24 de agosto una fuga masiva de olefinas de 2.9 pulgadas y en la madrugada del 25 la explosión.
La Refinería de Amuay pertenece a la empresa energética estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), hoy en día es considerada el tercer mayor complejo refinador de petróleo en el mundo y continúa su desarrollo para impulsar la Revolución Bolivariana, legado del Comandante Supremo, Hugo Chávez, con la guía del Presidente obrero Nicolás Maduro.
Con el mazo dando